El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció este miércoles un discurso de calado en el Comité Nacional Demócrata, en Washington. Desde allí se dirigió a sus compañeros, pero también a la nación para alertar de un país sumido en el "caos" si el próximo martes, cuando se celebran las elecciones legislativas -las conocidas como midterm-, se imponen los candidatos republicanos, en su mayoría trumpistas.
Lo hizo pocos días después de la agresión a Paul Pelosi, marido de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, tras ser allanado su domicilio en San Francisco. El objetivo era ella. Biden subrayó que el responsable actuó bajo la influencia de teorías como la del fraude electoral, promovida por el expresidente Donald Trump y que siguen esparciendo los aspirantes de su partido en los distintos estados.
"No hay lugar para la intimidación a los votantes o a la violencia política, sea esta dirigida a demócratas o republicanos", defendió Biden. "La democracia estadounidense está siendo atacada porque su expresidente rechaza aceptar los resultados de las elecciones de 2020", recordó el mandatario en en el Columbus Club, cerca del Capitolio.
"Mientras estoy hoy aquí -continuó Biden-, hay candidatos a todos los niveles de gobierno (…) que no se comprometen a aceptar los resultados de las elecciones en las que están participando". Por esto, el presidente llamó a sus conciudadanos a las urnas para "defender la democracia" en unas elecciones de trascendencia histórica: Trump quiere que sean la primera piedra de su regreso a la Casa Blanca en 2024.
Nivel de amenazas sin precedentes
Biden insistió en la idea de que los estadounidenses "no pueden dar la democracia por sentada". "Esto no tiene precedentes -insistió el presidente-. Es ilegal. Ilegal y antiestadounidense. No puedes amar a tu país solo cuando ganas".
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La semana pasada, varias agencias gubernamentales, incluido el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, advirtieron de un número de amenazas sin precedentes que anticipan unos comicios accidentados -han detectado "esfuerzos reales o percibidos para suprimir el acceso al voto"-, y pasados éstos, hasta 90 días para no bajar la guardia ante la posibilidad de acciones de extremistas.
Biden actualizó con esto su también recordado discurso del 1 de septiembre, áquel en el Salón de la Independencia de Filadelfia, cuando sostuvo que "Trump y los republicanos 'MAGA' -en referencia al eslogan 'Make America great again'- representan un extremismo que amenaza los cimientos mismos de la república".