Nueva York ha dado por iniciada la Navidad con el encendido del abeto más famoso del mundo, el del Rockefeller Center, este 2022 talado en la localidad de Queensbury, a 320 kilómetros; de más de 25 metros de altura y 14 toneladas de peso. De origen noruego y cerca de 90 años, ha sido decorado con 50.000 luces LED y una estrella de Swarovski con tres millones de cristales que pesa más de 400 kilos.
Pese a la lluvia y el frío, miles se agolparon para asistir al acontecimiento, bajo rascacielos de cientos de metros. Porque no solo es el encendido de las 50.000 luces o el significado de que empiezan las fiestas en la ciudad, es también un show musical con actuaciones fijas, como la de The Rockettes, estrellas del espectáculo del Radio City Music Hall.
Alicia Keys, Gwen Stefani, Blake Shelton y Andrea Bocelli completaron la tarde-noche festiva en el corazón de Manhattan, donde se cortó el tráfico, dando prioridad a los neoyorkinos y a los turistas a pie. Los visitantes también disfrutaron del espectáculo de luces en la fachada de los grandes almacenes de lujo Saks Fifth Avenue.
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La tradición viene de hace ocho décadas. Nació cuando los trabajadores del Rockefeller Center reunieron dinero para comprar un árbol de Navidad. Se encargaron de decorarlo con guirnaldas hechas a mano por sus familias. No tardaría el propio complejo empresarial y comercial en hacerse cargo ante la expectación que generaba. Hoy es todo un acontecimiento ya no solo en Nueva York, sino planetario, tanto como lo es cada 31 de diciembre la ceremonia de Año Nuevo en Times Square.