La estrella del baloncesto Brittney Griner ya se encuentra en Estados Unidos, poniendo fin a la pesadilla que comenzó en febrero con su detendión en Moscú al encontrarse entre sus pertenencias en el aeropuerto cartuchos de vaporizador con aceite de cannabis, prohibido en Rusia. Fue condenada en agosto a nueve años de prisión por posesión y contrabando de drogas.
El precio por su libertad ha sido alto. El traficante de armas ruso Víktor Bout, conocido como 'El mercader de la muerte' y socio de algunos de los regímenes y organizaciones criminales más sangrientos de África, Asia y América Latina, cumplía 25 años en Estados Unidos. Atrapado en 2008, era uno de los más buscados. Este jueves fue intercambiado por Griner en el aeropuerto de Abu Dabi. Vuelve al tablero.
[La cara y la cruz de la liberación de Brittney Griner]
Pero el presidente, Joe Biden, consideraba el regreso de Griner una cuestión de Estado, consciente de que el Kremlin la usaba como "rehén". Desde mediados de noviembre, la deportista, dos veces medallista olímpica, se encontraba en una cárcel para mujeres en Mordovia, región conocida por su severo sistema penitenciario. La invasión rusa de Ucrania no ha hecho sino complicar la negociación.
Tras meses de secretismo, este jueves se vendió el intercambio como un éxito de la Casa Blanca, que llevó al Despacho Oval a la esposa de Griner. Su voz, la de Cherelle -así se llama- fue la primera que escuchó por teléfono la jugadora de baloncesto ya en el avión de camino a casa además de la de Biden y la de la vicepresidenta, Kamala Harris. Sus servicios de prensa inmortalizaron el momento.
"Todo está bien"
En el discurso de la Casa Blanca no entra Bout, al que sí se han referido otras instancias del Gobierno. El traficante ya se encuentra en Moscú. Su llegada al aeropuerto de Vnúkovo ha sido transmitida por la televisión pública, como lo fue la conversación telefónica del delincuente con su mujer, Alla, y su hija, Raísa, a las que tranquilizó con un "todo está bien".
Un reportero ha preguntado a Bout cómo supo que regresaría: "Me despertaron por la noche y dijeron que preparara mis cosas para salir. No hubo información previa", ha respondido. Si Washington quiere poner el foco sobre la buena noticia, lo es aún más para Vladímir Putin y su maquinaria de propaganda: ha arrodillado a su gran enemigo estratégico y logrado un botín mucho mayor.
Y por si quedaba alguna duda, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la ha despejado: "Estas negociaciones trataron exclusivamente el tema de intercambio. Es erróneo sacar conclusiones hipotéticas de que esto podría ser un paso hacia la superación de la crisis que tenemos actualmente en las relaciones bilaterales, que continúan en un estado lamentable".