El representante republicano del Congreso de los Estados Unidos George Santos, que ignoró las peticiones de dimisión por mentir sobre su currículum, ha sido detenido este miércoles tras ser acusado de fraude, blanqueo de dinero y robo de fondos públicos. El miembro del Partido Republicano se ha declarado inocente horas después de ser notificado.
Los trece cargos, publicados este miércoles por el Departamento de Justicia, acusan a Santos, de 34 años, de defraudar a posibles partidarios políticos blanqueando fondos para pagar sus gastos personales y recibiendo ilegalmente prestaciones de desempleo mientras estaba empleado.
El documento oficial, que va detallando cada uno de los delitos, acusa a Santos de delitos de fraude (siete cargos), lavado de dinero (tres) y robo de fondos públicos y falso testimonio (dos). El Departamento recuerda que Santos es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero si eso sucede "se enfrenta a una pena máxima de veinte años de cárcel por los cargos más graves".
Pancartas piden la renuncia de George Santos frente al Capitolio de Washington, el pasado 7 de febrero.
Se espera que Santos comparezca a lo largo del día en un tribunal federal de Central Islip, en el condado adinerado de Suffolk (Long Island). Ni su abogado ni su oficina en el Congreso respondieron el martes a las preguntas de Reuters. Ese mismo día dijo a un periodista de Associated Press que logró hablar con el "congresista más mentiroso de América": "Esto es nuevo para mí. Eres el primero que me llama para hablar de esto".
Poco después de la elección de Santos en noviembre en un distrito que comprende en gran parte del condado adinerado de Suffolk, The New York Times y otros medios de comunicación revelaron que Santos había inventado casi todos los aspectos de su historia personal y profesional.
Entre otras afirmaciones, Santos dijo que tenía títulos de la Universidad de Nueva York y del Baruch College, a pesar de que ninguna de las dos instituciones tenía constancia de su asistencia. Afirmó haber trabajado en Goldman Sachs y Citigroup, lo que también era falso.
Afirmó falsamente que era judío y que sus abuelos escaparon de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Santos, que se identifica como gay, tampoco reveló que estuvo casado con una mujer durante varios años, hasta 2019. Desde entonces ha admitido haber falsificado gran parte de su currículum.
[Santos, el congresista de las mil mentiras fue 'drag queen' y aspiró a Miss Gay en Río de Janeiro]
El fiscal federal Breon Peace, del Distrito Este de Nueva York, señaló que con este movimiento pretende "erradicar agresivamente la corrupción y el autoengaño de las instituciones públicas, así como hacer que los funcionarios públicos rindan cuentas ante las circunscripciones que los eligieron".
Peace aludió a la "persistente deshonestidad (de Santos) y engaño para ascender por los pasillos del Congreso y enriquecerse: usó las donaciones políticas para llenarse los bolsillos", dijo de forma gráfica, antes de recordar que también se benefició de fondos de desempleo "que debieron ir a los neoyorquinos que perdieron sus empleos en la pandemia".
El escrutinio al que los medios sometieron a Santos a partir de la publicación de entonces reveló conductas más directamente delictivas relacionadas con el uso del dinero, y si bien la sección local del Partido Republicano tomó distancias con Santos de manera solemne, en Washington el partido ha sido mucho menos estricto y no le ha impedido seguir en el escaño.
El Partido Republicano tiene una ajustada mayoría en la Cámara de Representantes de 222 escaños (frente a los 213 demócratas), y no puede desprenderse fácilmente de ninguno de sus asientos, lo que tal vez explique la tolerancia mostrada en Washington con Santos, aunque los hechos de este miércoles podrían obligarle a revisar su postura: los principales representantes republicanos han dicho que esperarán a que se desarrolle el proceso legal para tomar nuevas medidas.