EEUU

Biden estrena una estricta política de asilo con más migrantes que nunca en la frontera de EEUU y México

Washington apllica las nuevas reglas del juego en un momento en el que el número de personas al otro lado de la frontera alcanza cifras récord.

12 mayo, 2023 04:44

Este jueves ha caducado el Título 42, una medida impulsada por el expresidente estadounidense Donald Trump en respuesta al covid y que permitía una gestión restrictiva de la inmigración irregular. Al mismo tiempo, se agolpaban en la frontera entre EEUU y México multitudes nunca vistas, en un intento de aprovechar el cambio de normativa para colarse en el 'país de las oportunidades'.

Durante los últimos tres años, las autoridades fronterizas de EEUU se han amparado en esta emergencia sanitaria en 2,7 millones de ocasiones para reprimir la inmigración y hacer devoluciones en caliente con el pretexto del covid. Esta práctica se ha acabado la noche del jueves, cuando caducaba la medida en virtud de una orden judicial de noviembre de 2022.

Desde entonces, la Administración Biden se ha visto obligada a procurar una regulación propia. La política migratoria acordada, que ha entrado en vigor en las últimas horas, parece enorgullecer al Gobierno actual: además de una aplicación defectuosa para pedir cita con Inmigración, Biden propone nuevas vías aparentemente asequibles para solicitar asilo y el permiso humanitario.

Una agente fronteriza estadounidense habla con migrantes entre la primera y la segunda valla fronteriza, este miércoles.

Una agente fronteriza estadounidense habla con migrantes entre la primera y la segunda valla fronteriza, este miércoles. Reuters

Pero la cantidad de restricciones que impone el programa sugiere que cruzar la frontera estadounidense no será mucho más fácil a partir de ahora que hasta hace unos días. Aunque cancelan las deportaciones exprés —que se han estado llevando a cabo hasta la noche de este jueves—, las nuevas medidas piden requisitos tan improbables como demostrar que ya te han negado asilo en México. Si no son cumplidos, la ventura del migrante no es mucho más prometedora que hasta el momento.

Biden ha reforzado la frontera instalando más concertinas y desplegando más de 20.000 militares en los 'puntos calientes' limítrofes con México. A estos se suman los 1.500 que ya anunció el miércoles pasado. Del otro lado, "millones de personas" han  acudido durante el jueves a un escenario gobernado por el caos y la incertidumbre, describe en un reportaje el diario estadounidense The New York Times.

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Muchos iban atraídos por bulos en redes sociales que aseguraban que, después del cese del Título 42, "la frontera está abierta y se puede cruzar". Otros, aferrándose a lo malo conocido, se apresuraban a intentar pasar por miedo a que las nuevas medidas de Biden dificultaran aún más su ingreso en EEUU.

Las Aduanas estadounidenses (CBP) han estado reteniendo en los últimos días hasta 28.000 migrantes en sus instalaciones, "muy por encima de su capacidad declarada y en lo que parece ser un récord", informa el diario neoyorquino. Los centros de detención fronterizos más concurridos se encuentran en el valle del río Bravo, en Texas, y en dos puntos de Arizona.

Una familia trata de cruzar el río Bravo antes de la supresión del Título 42, este miércoles.

Una familia trata de cruzar el río Bravo antes de la supresión del Título 42, este miércoles. Reuters

La mayoría de estas personas alcanza la frontera después de una larga travesía que no siempre llega a término. Más de 100.000 personas cruzaron entre enero y abril el Tapón del Darién, un territorio selvático repartido entre Panamá y Colombia, y considerada una de las zonas más intransitables del mundo. Este tramo es obligatorio para quienes quieren llegar por tierra a Centroamérica desde el sur del continente.

Se prevé que esta cifra, que sextuplica la misma para el mismo período del año pasado, ascienda a 400.000 personas para finales de 2023, según un comunicado emitido en abril por Acnur y la OIM. Los que se aventuran son en su mayoría venezolanos (30.250), aunque es significativa la presencia de haitianos (23.640) y, sobre todo, ecuatorianos (14.327), que hasta ahora no habían sido frecuentes.

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Abundan el resto de nacionalidades centro y sudamericanas, y a ellos se han unido ciudadanos ucranianos, chinos y afganos en los últimos meses. Se han llegado a ver turcos después de los devastadores terremotos en el este del país el pasado febrero

Nuevas reglas del juego

Después de ser despojado del Título 42, con el que ha llevado a cabo más de 2,7 millones de expulsiones en caliente en los últimos tres años, el Gobierno de EEUU ha tenido que recurrir a una política migratoria nueva que, mientras se alineara con los requisitos del Partido Democrático, ayudara a gestionar a Biden una crisis que ha sido uno de los mayores obstáculos durante su legislatura.

Dos mujeres alzan sus pasaportes ante la policía fronteriza estadounidense.

Dos mujeres alzan sus pasaportes ante la policía fronteriza estadounidense. Reuters

Así, aunque la nueva regulación propone un sofisticado surtido de herramientas — procedimientos para solicitar permiso humanitario, un recurso para pedir asilo, y una aplicación criticada por no funcionar ni reconocer caras de personas no blancas—, lo estricto de los requisitos para disfrutar de estas medidas sugiere que las deportaciones serán tan frecuentes como hasta ahora.

El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Alejandro Mayorkas, ha advertido que "las familias migrantes que crucen ilegalmente la frontera serán generalmente deportadas en un plazo de 30 días si no superan un examen inicial de asilo con arreglo a la nueva norma". Esta 'nueva norma' es difícil de cumplir para la mayoría que se agolpa ante las concertinas en el río Bravo.

Un grupo de migrantes intenta escalar una valla tras cruzar el río Bravo, este miércoles.

Un grupo de migrantes intenta escalar una valla tras cruzar el río Bravo, este miércoles. Reuters

Los permisos de libertad condicional humanitaria, que son 30.000 mensuales, se otorgan únicamente a ciudadanos de Cuba, Honduras, Nicaragua o Venezuela que cuenten con alguna referencia o patrocinio dentro del territorio estadounidense que pueda rellenar su solicitud. Además, el sujeto deberá costearse por cuenta propia su pasaporte y su billete de avión.

Desde enero, también se puede optar por pedir una cita en los controles fronterizos a través de una aplicación móvil propensa a dar errores: CBP One. El programa, operativo sólo en Ciudad de México y al norte del país azteca, despacha mil citas al día con los servicios de inmigración estadounidenses, en las que el migrante solicita el asilo y espera una citación judicial. Esta vía, que parecía prometedora, da fallos continuamente e implica una espera de meses en muchas ocasiones.

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Otra opción es la de cruzar ilegalmente. Las dificultades varían dependiendo del punto de la frontera en el que se aventure el migrante. Por su relativa facilidad, en el río Bravo se congregan auténticas multitudes diariamente.

Mientras el Título 42 permitía la expulsión inmediata y 'en caliente' para los inmigrantes irregulares, después de su retirada la nueva política migratoria de Biden establece "o bien un procedimiento formal de expulsión, que es un proceso largo y prolongado durante años, o bien un procedimiento de expulsión acelerado que tiene por objeto tramitar y expulsar a las personas mucho más rápidamente".

Migrantes cuelan billetes para pagar a un repartidor de comida a domicilio que ha acudido hasta la frontera.

Migrantes cuelan billetes para pagar a un repartidor de comida a domicilio que ha acudido hasta la frontera. Reuters

Para quienes cruzan así la frontera, la permanencia en EEUU no está garantizada. Sí lo estará siempre para los niños que viajen solos, y en el mayor número de casos para familias con pequeños. Pero correrán otra suerte personas adultas que vayan solas "si no alegan temor a regresar a su país de origen". En esos casos, serán expulsados mediante la vía acelerada, y deportados con cargo de delito grave. Esta situación es aún más probable para mexicanos y guatemaltecos, informa The New York Times.

Nadie contento en casa

Los republicanos han criticado a Biden por dar marcha atrás en las políticas de línea dura del expresidente republicano Donald Trump. Una coalición de 22 fiscales generales estatales republicanos se ha opuesto a la nueva norma de asilo por estar "plagada de excepciones", informa Reuters.

Algunos demócratas y defensores de la inmigración dicen que la nueva norma de Biden es demasiado dura y niega a la gente su derecho a solicitar asilo, comparándola con medidas aplicadas bajo el mandato de Trump bloqueadas por los tribunales estadounidenses.

La principal crítica hacia la nueva normativa de Biden es hacia el transit ban por el que la persona habrá de demostrar que solicitó asilo y fue rechazada en México u otro país que pisaran en su travesía. Algunos grupos de derechos humanos pretenden impugnar este requisito, ya que pone el peso en la "credibilidad" que el solicitante demuestre ante el agente fronterizo para que su candidatura a recibir asilo sea satisfactoria.

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Esta estricta condición puede causar que, incluso después del fin del Título 42, la alternativa más socorrida para el migrante siga siendo cruzar a su riesgo la frontera de EEUU, y luego escabullirse para tratar de soportar una vida ilegal, escondido de las autoridades en el 'país de las oportunidades'.