Primero fue en Nueva York y ahora en Miami. En abril se enfrentó a 34 cargos estatales y ahora, en junio, a 37 federales. A pesar de las notables diferencias, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha repetido su puesta en escena en las dos imputaciones a las que se ha enfrentado como acusado en lo que va de año. En ambas ocasiones, tras rendirse a las autoridades y declararse "no culpable" ante el juez ha volado hasta una de sus propiedades en otro estado, desde donde ha dado su versión particular de los hechos.
En esta ocasión, después de comparecer en la corte de Miami, en Florida, por llevarse (y retener) indebidamente documentos relacionados con la seguridad nacional a su mansión de Mar-a-Lago, en Palm Beach, tras abandonar la Casa Blanca en 2021, Trump se ha desplazado hasta uno de los clubs de golf que tiene en Bedminster (Nueva Jersey).
Desde allí ha dado un discurso, anunciado a bombo y platillo en su plataforma Truth Social, en el que ha arremetido contra el equipo del fiscal que lidera la investigación y el actual presidente, Joe Biden, e incluso contra otros predecesores demócratas como Bill Clinton.
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Entre gritos de "¡Estados Unidos!" y con la canción de God Bless USA (Dios bendiga América), de Lee Greenwood de fondo, Donald Trump salía al escenario con semblante algo más serio de lo habitual, pero confiado. Después de agradecer su presencia a las decenas de personas que han asistido al evento, el exmandatario no se ha andado con rodeos y ha comenzado su discurso afirmando que "hoy hemos sido testigos del abuso de poder más malvado y atroz en la historia de nuestro país".
"Este día pasará a la infamia", ha añadido, repitiendo, como ha hecho en más ocasiones, de que se trata de cargos "fabricados". El expresidente ha reiterado que en su contra hay una "persecución política" por parte de personas que "intentan destruir la democracia estadounidense", pero ha asegurado que "lo superaremos y seremos más fuertes y más grandes que nunca".
En su comparecencia, Trump ha centrado su relato en mostrarse como víctima de un sistema corrupto y ha seguido la línea de defensa que desarrollará cuando se celebre el juicio, del que todavía no se conoce la fecha, más que en la campaña de las primarias republicanas.
Ha insistido en que piden para él 400 años de cárcel "por tener mis propios papeles presidenciales", algo que, según él, es legal en virtud de la Ley de Registros Presidenciales. "No hay nada que impida tener a los presidentes sus propios documentos", ha subrayado.
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Contra los Clinton y Biden
En la retahíla de personas a las que ha acusado de cometer ilegalidades, ha citado a Bill Clinton afirmando que guardó cintas después de ser presidente y "nunca fue considerado un criminal por ello".
"La decisión de segregar material personal de documentos es del presidente. Esta es la ley, no puede ser más clara", ha continuado en referencia a Ley de Registros Presidenciales, "por eso ningún otro presidente con más registros que yo ha sido nunca investigado".
También ha denunciado que Hillary Clinton infringió la ley, recordando la polémica que se dio en la campaña electoral de 2016, cuando fue acusada de utilizar su cuenta de correo personal para asuntos políticos mientras ejercía de secretaria de Estado. "Hillary Clinton quebrantó la ley y nunca fue imputada, y Joe Biden quebrantó en muchas formas que ya conoceremos", ha deslizado.
Así, como ya expuso en su red social, Truth Social, el lunes, ha asegurado que cuando gane las elecciones nombrará un "fiscal especial" para perseguir a Biden, al que se ha referido como el "presidente más corrupto de la historia".
El expresidente republicano ha justificado también la tenencia de esas cajas, afirmando que "contenían muchas pertenencias personales". "Había miles de fotografías del fotógrafo de la Casa Blanca, no tuve tiempo de revisar todas porque era un trabajo muy tedioso y tengo una vida muy ocupada", ha esgrimido antes de protestar por la actuación del FBI al hacer el registro en su residencia: "Lo pusieron todo en el suelo, lo fotografiaron y lo enviaron ilegalmente a los periodistas".
"No había nada ahí, soy el único que está siguiendo la ley", ha repetido.
Durante una breve pausa, sus seguidores han empezado a cantarle el cumpleaños feliz -cumple este miércoles 77 años-, y Trump ha aprovechado para lanzar mensajes de optimismo de cara a las elecciones de 2024.
"Es un buen cumpleaños y lo convertiremos en el mejor de todos. Lo haremos mejor en las segundas elecciones de lo que lo hicimos en las primeras. No les dejaré que me quiten la libertad porque luego os harán eso a vosotros. No dejaré que me silencien porque luego os lo harán a vosotros. En noviembre (de 2024) se hará justicia y haremos América grande otra vez", ha concluido entre vítores.