El alcalde de Nueva York, Eric Adams, cree que la inmigración masiva que ha llegado a la ciudad en el último año "va a destruir Nueva York", en su último llamamiento dramático para pedir mayor implicación del Gobierno central para controlar el flujo migratorio.
Las palabras de Adams se produjeron el miércoles, pero este jueves han empezado a tener eco en los medios ante el tono empleado por el mandatario.
"Nunca en mi vida he tenido un problema al que no le viera un final. No veo un final para esto. Este asunto va a destruir Nueva York", afirmó Adams en las declaraciones más dramáticas que ha hecho desde que decretó el año pasado un estado de emergencia por la llegada de miles de inmigrantes, y recordó que 10.000 inmigrantes están llegando mensualmente tal y como recoge Efe.
"Gente de todo el mundo está decidida a pasar por la parte sur de la frontera y entrar a la ciudad de Nueva York", afirmó durante una reunión en el Ayuntamiento y reiteró que si la situación sigue así para el próximo año la ciudad afrontará un déficit de 12.000 millones de dólares que obligará a reducir los servicios de los que gozan las comunidades de los cinco condados.
Hay usuarios en X (la red social anteriormente conocida como Twitter) que están criticando la actitud de Adams y su beligerancia con los inmigrantes porque no fue ese el discurso que le llevó a la Alcaldía.
"Debemos proteger a nuestros inmigrantes, punto. La ciudad de Nueva York seguirá siendo un santuario para los inmigrantes bajo la Administración Adams", esas eran sus palabras en octubre de 2021.
"Un mes después de pronunciar aquel discurso Eric Adams ganó la Alcaldía de Nueva York con el 66% de los votos. La ciudad de Nueva York votó esto", recordaba en X Gerry Callahan, presentador de 'The Gerry Callahan Show'.
Desde que comenzó el flujo de inmigrantes, que en su mayoría eran venezolanos pero ahora también incluye a gente de África Occidental -como recordó el alcalde en sus palabras de apertura en la reunión- han llegado 110.000 inmigrantes de los que 60.000 están bajo cuidado de la ciudad, incluyendo más de 20.000 de niños.
La ciudad ha tenido que hacer malabarismos para albergar a los recién llegados a los que ha ubicado en hoteles, en carpas en campos de fútbol, antiguas escuelas, gimnasios y evalúa otras alternativas ante el continuo flujo que en las últimas tres semanas ha rondado las 3.000 personas cada semana.
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La ciudad tiene la obligación, por una orden judicial tomada hace cuatro décadas, de proveerles albergue, comida y otra asistencia, así como educación para los niños, situación que según Adams les llevará al déficit fiscal, y sin que hasta ahora haya recibido la ayuda económica que tanto él como la gobernadora Kathy Hochul han reclamado al Gobierno federal.
Adams también ha criticado a su homóloga demócrata Hochul porque no ha emitido una orden que obligue a las jurisdicciones estatales de fuera de la ciudad a recibir inmigrantes.