Miguel Flores Jarrett Renshaw

El abogado y activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente estadounidense John F. Kennedy, anunció este lunes que deja las primarias demócratas para lanzarse como candidato independiente en las elecciones presidenciales de 2024. En un mitin en Filadelfia, declaró su "propia independencia" tanto de los demócratas como de "los demás partidos".

"Hoy me hago libre de la tiranía de la corrupción, que nos impide tener vidas asequibles, tener creencia en el futuro y respeto por el otro". Hasta ahora, el político competía por la nominación demócrata de cara a las próximas elecciones sin ninguna posibilidad, dado que el partido ha cerrado filas en torno a la reelección del actual presidente, Joe Biden.

Cuatro de sus hermanos no tardaron en manifestarse en contra de su decisión. Kerry, Rory, Kathleen Joseph Kennedy II publicaron el mismo lunes en documental que confirmaba a Robert como la "oveja negra" de su estirpe: "Bobby puede compartir el mismo nombre que nuestro padre, pero no comparte los valores, visión o juicio. El anuncio de hoy nos entristece profundamente. que describieron como "peligrosa" para Estados Unidos.

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Kennedy trata de presentarse como un unificador y una voz para los votantes que están hartos de las divisiones partidistas y el vitriolo de Estados Unidos. "La gente me para en todas partes, en aeropuertos, hoteles y en la calle. Y me recuerdan que este país está preparado para un cambio que hará historia", dijo ante cientos de personas congregadas frente al Centro Nacional de la Constitución de la capital de Pensilvania.

Por su parte, la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, también criticó la decisión y acusó a Kennedy de ser un "demócrata disfrazado de independiente". "Es el típico liberal elitista y los votantes no se dejarán engañar", escribió en un comunicado.

¿Amenaza para Biden y Trump?

La candidatura de Kennedy combina patrocinadores con mucho dinero, el renombre de su apellido y la falta de entusiasmo popular por Trump o Biden. Según un sondeo de Reuters/Ipsos publicado la semana pasada, podría obtener el apoyo de uno de cada siete votantes estadounidenses y restar votos tanto a Biden como a Trump.

Los candidatos de terceros partidos nunca han logrado imponerse en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero han desempeñado un papel importante a la hora de decidir quién gana. En una reunión del Comité Nacional Demócrata celebrada en San Luis la semana pasada, los fieles del partido se mostraron a la vez despectivos y preocupados. "Aparte de su nombre, ¿qué tiene? Es un anatema para el legado de su familia. Es una especie de desgracia", dijo Ken Martin, jefe del Partido Demócrata de Minnesota.

Un pin en apoyo a la candidatura presidencial de Robert F Kennedy jr., este lunes en Filadelfia. Reuters

Otros se mostraron cautos. "Va a ser una carrera muy, muy reñida, así que cada voto cuenta. No podemos ir a estas elecciones con gafas de color de rosa", dijo Charles Wilson, presidente del Partido Demócrata de Washington DC. Muchos demócratas también señalan las dificultades a las que se enfrentan los candidatos independientes para entrar en las papeletas de las elecciones generales en muchos estados, como la recogida de decenas de miles de firmas.

"Es un reto enorme. Los dos grandes partidos han hecho imposible que los candidatos de terceros partidos aparezcan en las papeletas", dijo Diane Sare, candidata independiente al Senado de Estados Unidos por Nueva York, que asistió al anuncio de Kennedy.

Brian Noble es un veterano del ejército de 42 años que sirvió durante la guerra de Irak y que se ha vuelto, como muchos, cínico con la política estadounidense. Votó al presidente Barack Obama en 2008, pero se ha mantenido al margen de todas las elecciones consecutivas. Está tan interesado en la candidatura de Kennedy que condujo desde Alabama para asistir al anuncio del lunes. "Creo que dice la verdad", dijo Noble.