La exembajadora estadounidense ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, ha fracasado este martes en su intento de imponerse en las primarias republicanas del estado de Nevada, donde los votantes han respaldado la opción de 'ninguno de los candidatos' para afianzar a Trump, que no participa en las primarias sino en los caucus.
Según las proyecciones de los diarios The New York Times y The Washington Post, con un 53,1% de las papeletas escrutadas, la alternativa de 'ninguno de los candidatos' ha obtenido el 61,2% de los apoyos y Haley ha recibido el 32,4%; el resto ha ido a parar a candidatos que incluso han abandonado ya la carrera por la nominación republicana.
Por su parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha ganado las primarias demócratas en este mismo estado, que será clave en las elecciones de noviembre. Biden tenía prácticamente asegurada la victoria al no enfrentarse a rivales significativos. Junto a él en la papeleta figuraba el nombre de la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson, pero el congresista de Minesota Dean Phillips no presentó a tiempo su candidatura.
Con un 62,1 % de las papeletas escrutadas, Biden se ha hecho con el triunfo en Nevada, obteniendo un 90% del voto y dejando muy por debajo a Williamson, su principal rival, que cosechó un 2,5% de los sufragios. La opción de 'ninguno de los candidatos' registró el 5,7%.
Sin papeleta de Trump
El nombre del expresidente Trump no figuraba en esta votación porque se presentará en una contienda separada bajo el formato de caucus este mismo jueves que, presumiblemente, le granjeará los 26 delegados que se disputan en el conocido como Estado Plateado.
Los medios de comunicación estadounidenses, equipados con tecnología para estimar resultados electorales, han anuciado sus proyecciones para Haley aproximadamente unas dos horas después del cierre de los centros de votación a las 19.00 hora local de Nevada (03.00 GMT del miércoles).
Haley no podía competir tanto en las primarias como en los caucus porque el Partido Republicano estableció que los candidatos debían elegir entre uno u otro.
En cualquier caso, todos los delegados que Nevada otorga al ganador del Partido Republicano parece que irán a parar a Trump, quien necesita 1.215 delegados para proclamarse oficialmente como candidato.
"Todos conocemos a ancianos de 80 años que pueden correr en círculos a nuestro alrededor... y luego conocemos a Trump y a Biden. Necesitamos un presidente que tenga la concentración y la resistencia necesarias para hacer frente a todos los retos a los que se enfrenta nuestro país", había afirmado Haley pocas horas antes de conocerse las proyecciones en la red social X.
Caucus el jueves
Los republicanos apostaron por dos modelos en Nevada: primarias este martes y, solo dos días después, el 8 de febrero, los caucus, que son una especie de asambleas en las cuales los votantes deben acudir a una hora precisa para votar por su candidato.
Durante décadas, Nevada celebró caucus. Sin embargo, como esas citas solían provocar cierto caos, los legisladores estatales aprobaron en 2021 una ley que abandonaba ese modelo de votación, utilizado también en Iowa, y establecía que las autoridades estatales debían organizar primarias cuando hubiera más de un candidato.
No obstante, esa ley de 2021 tenía un vacío legal: aunque fijaba que debía haber primarias, no especificaba cómo el Partido Republicano asignaría al ganador los 26 delegados de Nevada, que son quienes durante las convenciones de los partidos proclaman oficialmente al candidato tanto demócrata como republicano para las presidenciales.
Aprovechando esa laguna legal, Trump presionó al Partido Republicano de Nevada para que ignorara la ley estatal y siguiera con su tradición de caucus.
El otrora mandatario estadounidense ya había dicho a sus votantes en un mitin en Las Vegas el mes pasado que no prestaran atención a las primarias: "En su estado, hay primarias y caucus. No se preocupen por las primarias, hagan solo lo del caucus", dijo.
Trump está a punto de hacerse con la nominación presidencial republicana tras sus victorias consecutivas en Iowa y Nuevo Hampshire, y tanto él como Biden se están poniendo la mira el uno en el otro de cara a una probable revancha en las elecciones generales de noviembre.
Mientras, Haley, que recientemente ha solicitado protección al Servicio Secreto por el aumento de amenazas en su disputa política contra Trump, cada vez tiene más difícil aguantar en la carrera por la nominación republicana hasta, al menos, una última batalla en su estado natal, Carolina del Sur, el próximo 24 de febrero.