Kristel Candelario, de 32 años, ha sido condenada a cadena perpetua tras marcharse de vacaciones durante 10 días dejando a su hija Jailyn, de 16 meses, sola en casa. La pequeña murió de hambre y deshidratación severa. Kristel se declaró culpable ante el tribunal del estado de Ohio, encargado del caso. "Creo en Dios y reconozco que todos y todas, en muchas ocasiones, somos tentados por el enemigo (el demonio), Dios y mi hija me han perdonado".
Los hechos se produjeron del 8 al 16 de junio del pasado año 2023, lapso en el que la condenada, supuestamente, estuvo de vacaciones en Puerto Rico y Detroit (Míchigan). Según los documentos judiciales, Candelario le dijo a la Policía del condado de Cuyahoga que había dejado sola a la niña mientras se había ido de viaje. La Policía encontró a la niña "envuelta en mantas sucias" con heces y orina.
Según ha señalado la médico forense en el juicio, la bebé pesaba menos de 6 kilos (13 libras), lo que supone una disminución de treskilos desde su última visita al médico menos de dos meses antes de su muerte.
Tras llegar de sus vacaciones Candelario encontró a su hija muerta y decidió llamar al 911. Michael C. O'Malley, fiscal de Cuyahoga, indicó que Jailyn era "una hermosa niña que fue sacada de este mundo debido al inimaginable egoísmo de su madre".
Mientras estaba de vacaciones, Candelario colgó fotos en las redes sociales. Una imagen compartida tres días después de dejar a su hija la retrata en una playa con gafas de sol y una camisa blanca. El pie de foto dice: "El tiempo que se disfruta es el tiempo en que realmente estamos vivos".
Por su parte, Kristel dijo ante el tribunal que "todos los días pido perdón a Dios y a mi hija Jailyn", de acuerdo a la cadena de televisión. La mujer fue sentenciada a cadena perpetua sin derecho a salir en libertad condicional.