El expresidente y candidato republicano Donald Trump ha dicho en varias ocasiones que si él llegara a la Casa Blanca, sería capaz de poner fin a la guerra de Ucrania, que se ha prolongado durante más de dos años, en menos de 24 horas. Hasta ahora, no se conocía el contenido específico de este plan de paz. Sin embargo, según ha podido saber The Washington Post a través de varias personas familiarizadas con el plan, la idea de Trump giraría en torno a presionar a Kiev para que ceda Crimea y la región del Dombás a Rusia.
La propuesta de Trump daría un vuelco radical a la política de la administración de Joe Biden, que ha buscado proporcionar ayuda militar y defender a Ucrania de la agresión rusa. El plan trazado por el candidato republicano para las elecciones presidenciales de noviembre, publica el Post, fue presentado en una reunión en la Heritage Foundation el pasado noviembre y consistiría básicamente en la cesión de territorios y la limitación de la expansión de la OTAN para tratar de tentar a Putin.
El objetivo final no sería otros que hacer frente a la amenaza de China a los intereses de los Estados Unidos, evitar un alineamiento entre Moscú y Beijing, y revertir la creciente dependencia rusa de China para obtener ayuda militar, industrial y económica. El gran problema de este plan, según los expertos, es que Trump considera que la contienda en Ucrania se trata única y exclusivamente de un conflicto territorial. "La gente de Crimea, por lo que he oído, preferiría estar con Rusia que donde estaban", señaló Trump a ABC News en julio de 2016.
[Estados Unidos no dará "ni un céntimo más" a Ucrania si Trump alcanza la Presidencia, según Orbán]
Por ello, pocos consideran que el plan de paz del empresario neoyorquino pueda tener realmente éxito. Fiona Hill, investigadora de la Brookings Institution y exasesora de Trump sobre Rusia, señaló al Washington Post que el equipo del expresidente piensa en la guerra en Ucrania “como una disputa territorial, en lugar de una sobre todo el futuro de la seguridad europea y el orden mundial por extensión.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, tampoco parece muy interesado en aceptar un plan de paz de ese tipo, ya que ha señalado anteriormente que no aceptaría ceder ningún territorio. Intercambiar un territorio por la paz, indican los analistas, sería un suicidio político interno y no daría las suficientes garantías a Ucrania de que Rusia no reanudaría las hostilidades, explicó Emma Ashford, investigadora del Centro Stimson, al Post.
En los últimos meses, Trump se ha opuesto repetidamente a conceder una ayuda adicional a Ucrania y ha presionado a los republicanos del Congreso para que no secundaran un apoyo extra al esfuerzo bélico de Ucrania. El neoyorquino ha afirmado que lo que ocurre en Ucrania no es un interés estratégico vital para Estados Unidos y que estas preocupaciones deben recaer en Europa que, según él, debería pagar la mayor parte de la ayuda.
En muchos sentidos, el plan de Trump para resolver la guerra de Ucrania está en línea con su enfoque de política exterior durante sus cuatro años como presidente. Su preferencia por las cumbres llamativas —como las dos reuniones con el líder norcoreano Kim Jong-un— en vez de los esfuerzos diplomáticos, la confianza en sus propias habilidades de negociación y su impaciencia con los protocolos diplomáticos convencionales marcaron su primera etapa como presidente. En un segundo mandato, podría continuar con una misma administración de la política exterior.
Una larga admiración por Putin
La historia de Trump con Rusia tiene un largo recorrido. Ya en 2008, el magnate neoyorquino elogió a Putin, cuando le comparó con el entonces presidente estadounidense George W. Bush e indicó que Putin era el mejor líder de los dos. Después, a lo largo de sus ocho años como líder del Partido Republicano, Trump mostró con frecuencia su admiración al presidente ruso, describiéndolo como un líder que actuaba en interés de su propio país.
“Me llevé bien con Putin. Déjenme decirles que me llevé muy bien con él. Y eso es algo bueno, no algo malo”, señaló Trump en una entrevista con la NBC en septiembre de 2023. “Tiene 1.700 misiles nucleares. Y nosotros también. Pero miren, eso es algo bueno. Llevarse bien está bien. Pero yo me llevé bien a través de la fuerza”.
[La OTAN sopesa crear un fondo de 100.000 millones de ayuda militar a Ucrania que sobreviva a Trump]
Durante su presidencia, entre enero de 2018 y enero de 2021, Trump se enfrentó a numerosas críticas por su posición frente a Putin. En una cumbre en Helsinki en 2018, el republicano señaló que creía a Putin por encima de las propias agencias de inteligencia estadounidenses, cuando indicó que Rusia no se había entrometido en las elecciones presidenciales de EEUU. “El presidente Putin dice que no es Rusia. No veo ninguna razón para que lo sea”, remarcó en ese momento.
Por aquel entonces, el republicano también pareció aceptar la interpretación de Putin sobre las acciones de Rusia en Crimea —cuando los crimeos votaron en un referéndum para unirse a Rusia—, el conflicto en el este de Ucrania —cuando el líder ruso afirmó que no habían enviado armas ni tropas para apoyar a los separatistas— y las acciones militares de Rusia en Siria a pesar de que las pruebas decían lo contrario.
En 2019, Trump presionó repetidamente a Zelenski para que investigara al que era el candidato demócrata en las elecciones de 2020, Joe Biden, y a su hijo, Hunter, durante una famosa llamada el 25 de julio. No obstante, el presidente ucraniano nunca llegó a cumplir esta petición y, en noviembre de 2020, Biden consiguió imponerse a Trump en las elecciones presidenciales.
La invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022 no parece haber afectado la relación entre Trump y Putin. El magnate ha tratado de evitar criticar públicamente a Putin, como por ejemplo, no hizo con la muerte en la cárcel del opositor ruso Alexei Navalny. El mandatario ruso, por su parte, también ha defendido en numerosas ocasiones a Trump y ha comprado su discurso de persecución política, haciendo referencia a los juicios a los que se enfrenta el empresario estadounidense.
La invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022 no parece haber tenido un impacto significativo en la relación entre Trump y Putin. El magnate ha evitado criticar públicamente a Putin, incluso en situaciones como la muerte en la cárcel del opositor ruso Alexei Navalny. El mandatario ruso, por su parte, ha respaldado repetidamente a Trump y ha adoptado su retórica de persecución política respecto a los juicios que enfrenta el empresario estadounidense.
“Para nosotros, lo que está ocurriendo en las condiciones actuales, en mi opinión, es bueno porque muestra la podredumbre del sistema político estadounidense, que no puede pretender enseñar a los demás la democracia”, señaló Putin en una reunión del Foro Económico Oriental celebrada en septiembre de 2023 en la ciudad rusa de Vladivostok.
Y añadió: "Todo lo que está pasando con Trump es la persecución de un rival político por razones políticas. Eso es lo que es. Y se está haciendo delante de la opinión pública de Estados Unidos y del mundo entero”.