El juez Juan Merchan, al frente del juicio penal por el dinero secreto contra el expresidente Donald Trump, afirmó este lunes que considerará penas de cárcel para el actual candidato republicano a la Casa Blanca por violaciones adicionales de la orden de silencio tras constatar que las multas de 1.000 dólares no están funcionando como un elemento disuasorio. Estas sanciones prohíben a Trump hacer comentarios públicos sobre jurados, testigos y familiares del juez y los fiscales si las declaraciones significaban interferir en el caso.
Merchan, que ya había impuesto multas de 9.000 dólares a Trump, dijo durante la audiencia del lunes que declarará a Trump en desacato al tribunal por décima vez. Asimismo, el magistrado señaló que la cárcel sería un último recurso y uno que estaba tratando de evitar a toda costa, aunque las violaciones "continuas y deliberadas" de Trump equivalían a un "ataque directo al Estado de derecho".
"No quiero imponer una sanción de cárcel y he hecho todo lo posible para evitar hacerlo. Pero lo haré si es necesario", indicó Merchan desde el banquillo en ausencia del jurado, según ha recogido la agencia Reuters. Entre otros aspectos, el juez explicó que una pena de cárcel sería el "último recurso", ya que implicaría la interrupción del juicio, además de las implicaciones políticas que tendría encarcelar a un candidato presidencial antes de unas elecciones.
El juicio penal de Trump, que entra en su duodécimo día, ha contado con el testimonio de un alto asesor y exeditor de tabloides que supuestamente ayudó a Trump a tapar historias de comportamientos sexuales inapropiados.
Los fiscales de Nueva York han acusado al expresidente de falsificar registros comerciales para encubrir un pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels, que afirma haber tenido un encuentro sexual con él en 2006. Trump se ha declarado inocente y niega haber mantenido relaciones sexuales con Daniels.
Trump se queja con frecuencia de que el primer juicio penal de un expresidente de Estados Unidos le ha mantenido encerrado en una fría sala de Manhattan cuando debería estar de campaña para tratar de regresar a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.