Este jueves se han reanudado las comparecencias de Stormy Daniels en el juicio a Donald Trump, y la defensa del expresidente estadounidense ha tratado de detectar inconsistencias en el relato de la estrella porno sobre un supuesto encuentro sexual en 2006. Desde que se inició la sesión, la abogada de Trump reiteró ante el tribunal que estaba convencida de algo: Daniels, que denunció al magnate por comprar su silencio, sólo busca lucrarse con el caso.
Según la letrada Susan Necheles, el "relato" de que Trump y Daniels —cuyo nombre real es Stephanie Clifford— tuvieron sexo en 2006 parte de un esfuerzo por socavar su credibilidad. La demandante, que ha impulsado el primer juicio penal contra un presidente de EEUU, declaró en el interrogatorio del martes que "odia" a Trump y que le gustaría verlo en la cárcel.
En casi cuatro horas de contrainterrogatorio entre martes y el jueves, Necheles no dudó en plantear algunas preguntas incisivas. En la última de las dos sesiones, recordó que en una entrevista a Vogue en 2018 Daniels no mencionó que un guardaespaldas de Trump había estado fuera de la habitación del hotel donde ocurrió el encuentro. El martes, la demandante añadió que había un empleado de seguridad en la puerta que la hizo sentir incómoda y coaccionada. "Te has inventado todo esto, ¿verdad?", preguntó este jueves la abogada de Trump, a lo que Daniels respondió negativamente: "Ustedes están intentando hacerme decir que mi versión ha cambiado, pero no ha cambiado".
Además, Necheles ha mostrado a los jurados publicaciones de redes sociales en las que Daniels anunciaba merchandising en su tienda digital en el momento en el que Trump había sido acusado el año pasado. Los productos incluían una vela con su cara que reza 'Stormy, Santa de los Indictments' y un cómic titulado: Political Power: Stormy Daniels.
La abogada de Trump ha preguntado a la demandante: "Una gran parte de su medio de vida desde hace un montón de años ha sido ganar dinero con la historia de que tuvo relaciones sexuales con el presidente Trump y que ayudará a que este sea condenado, ¿verdad?". En respuesta, Daniels dijo que ha necesitado dinero para pagar sus facturas legales —le debe a Trump más de 500.000 dólares por una demanda fallida por difamación— y que vender mercancía era parte de su trabajo.
Necheles ha tratado de utilizar el trabajo de Daniels en la industria del cine para adultos para poner en duda su versión sobre las relaciones sexuales que mantuvo con Trump. "¿Tienes mucha experiencia en hacer que historias falsas sobre sexo parezcan reales?", preguntó. "Bueno —dijo Daniels riendo—, yo no lo diría así. El sexo de las películas es muy real, igual que lo que me pasó a mí en esa habitación. Si esa historia no fuera cierta, la habría escrito mucho mejor", añadió.
El martes, el juez Juan Merchán trató de reconducir las declaraciones de la exactriz, que dio detalles no solicitados sobre las relaciones que había mantenido con Trump: "No se puso condón", añadió en una de sus intervenciones. Estas informaciones, desconocidas hasta el momento, revelan a los votantes estadounidenses los aspectos más escabrosos de la legislatura del republicano —de 2017 a 2021— y, sin duda, mancha su carrera a la presidencia que culminará este noviembre.
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Por el momento, Trump está acusado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales para encubrir el pago de 130.000 dólares de su exabogado Michael Cohen a Daniels, de 45 años, por su silencio antes de las elecciones de 2016 sobre el supuesto encuentro. Trump se ha declarado inocente y niega haber mantenido relaciones sexuales con Daniels. Además del Caso Stormy, el expresidente se enfrenta a otros tres procesos judiciales en este momento.
Los fiscales dicen que los esfuerzos de Trump por mantener el silencio de Daniels corrompieron las elecciones de 2016, ya que impidieron que los votantes se enteraran de una historia que podría haber sido crucial a la hora de decidir su voto. Por su parte, el republicano argumenta que el juicio es un intento políticamente motivado de interferir en su campaña. "Bullshit", se le oyó murmurar mientras la exactriz porno comparecía el martes. El juez Merchán ha multado a Trump con un total de 10.000 dólares por hablar de jurados y testigos en el juicio y le ha advertido de que si vuelve a violar una orden de silencio podría ir a la cárcel.