La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, da un paso más en el apoyo a la carrera presidencial de su marido. La mujer del candidato demócrata inició este lunes una gira por los estados clave de Carolina del Norte, Florida y Georgia para captar el voto de los miembros y exmiembros de las Fuerzas Armadas y sus familias.
Según informó la campaña del presidente de EEUU y candidato a la reelección, Jill Biden anunciará esta iniciativa, llamada Veteranos y Familias Militares con Biden-Harris, durante actos en Wilmington (Carolina del Norte), Tampa (Florida) y Columbus (Georgia), tres estados con numerosa población de veteranos y familias militares.
En un comunicado, la jefa de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, señaló que con esta iniciativa se busca involucrar y movilizar a millones de veteranos y familias militares en todo el país a través de diferentes eventos presenciales o virtuales.
"Nuestros veteranos y familias militares son los valientes y audaces que dan un paso adelante por todos nosotros. Merecen un comandante en jefe que respete su valentía y entienda personalmente su sacrificio, no uno que los denigre por estar dispuestos a arriesgar sus vidas por nuestra democracia", aseguró Chávez Rodríguez.
La jefa de campaña hizo alusión así a varios reportajes de prensa que revelaron que, en 2018, el entonces presidente de EEUU, Donald Trump dijo a sus asesores que no quería visitar un cementerio en Francia porque consideraba a los soldados muertos como "tontos" y "perdedores".
Trump, que se postula como el candidato republicano y rival de Biden en las elecciones de noviembre, ha negado estos comentarios, aunque éstos fueron posteriormente corroborados por su jefe de gabinete en aquel momento, John Kelly.
Jill Biden ha querido abanderar los esfuerzos de la campaña para captar a los militares porque ella misma siente esa causa muy cercana, ya que su padre sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial.
Además, uno de los hijos del presidente, Beau Biden, quien falleció en 2015 por un tumor cerebral, estuvo en la guerra de Irak como miembro de la Guardia Nacional del Ejército de Delaware.
Estos esfuerzos de la campaña se producen en un momento en que Biden afronta presiones por parte de miembros de su propio partido y comentaristas de televisión para que ponga fin a su campaña de reelección tras el fracaso de su debate del 27 de junio contra Trump.