"Les prometo que estoy bien". El presidente estadounidense y candidato a la reelección, Joe Biden, no está dispuesto a tirar la toalla y sigue empeñado en convencer a los votantes y a los suyos que es la mejor opción para derrotar a Donald Trump en las presidenciales de noviembre, pese a la creciente corriente dentro de su partido, entre los donantes y por parte de los principales medios de comunicación que le piden que se eche a un lado. 

Con este objetivo y tras el paréntesis de la cumbre de la OTAN, celebrada desde el martes y hasta el jueves en Washington, Biden retomó este viernes su campaña con una visita a Míchigan, uno de los estados clave en los que los demócratas han decidido centrar sus esfuerzos para ganar al exmandatario republicano y desde donde aseguró a los votantes que seguiría en la carrera.

"Yo soy el nominado y nadie, ni la prensa ni los analistas, ni los donantes decidieron; fueron ustedes los votantes", insistió en un mitin en Detroit.

El presidente de EEUU trata de remontar su desastrosa actuación en el primer debate contra Trump. Sin embargo, la cumbre de la OTAN tampoco le ha ayudado a mejorar su imagen. Biden confundió al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con su homólogo ruso, Vladimir Putin. Por si fuera poco, en la rueda de prensa posterior al enclave atlántico llamó "vicepresidente Trump" a su vicepresidenta Kamala Harris. 

Pese a ello, el presidente se atrinchera en defender su candidatura, asegurando que es el único que puede vencer a Trump en las urnas el próximo 5 de noviembre. "No me voy a ir a ningún lado", zanjó el mandatario este viernes.

Antes del mitin, sostuvo un encuentro directo con sus votantes, esta vez en la pequeña ciudad de Northville, de unos 6.000 habitantes. En dicho acto, Biden volvió a bromear con su edad, 81 años, para restar importancia a uno de los puntos débiles de su campaña. "Me presento para acabar el trabajo. Quedan cosas por hacer. Sé que solo tengo 41 años", señaló.

"Durante mucho tiempo fui demasiado joven. Fui el segundo hombre más joven elegido para el Senado. Y ahora soy demasiado mayor, pero sé que, con suerte, con la edad llega un poco de sabiduría", añadió el mandatario demócrata, que le saca solo tres años y medio a su rival republicano.

Biden recordó que en 2020 postuló a la presidencia con la idea de que era hora de recuperar la ética en la política, y este viernes incidió en esa misma línea, subrayando que su rival republicano no puede considerarse una alternativa.

"Este es un momento importante. (...) La decencia importa", dijo destacando que nunca ha estado más optimista sobre las posibilidades de Estados Unidos y considerando que en estos tres años y medio en los que ha estado al mando ha conseguido "muchos avances".

Crece la presión interna

El optimismo de Biden contrasta con los crecientes llamamientos a que repiense su candidatura, que le llegan tanto desde sus propias filas como de destacadas figuras de Hollywood, como George Clooney o Ashley Judd esta semana.

Más de 15 legisladores del partido demócrata han pedido públicamente que se retire de los comicios, además de decenas de analistas políticos e influyentes figuras de los medios y del mundo del espectáculo.

Una exclusiva publicada este viernes por NBC News destaca sin embargo que varios asesores muy cercanos a Biden creen que no hay un camino viable ya para que pueda vencer a Trump y que debe "retirarse", ya que "nunca se va a poder recuperar" de su mala actuación en el debate y del aumento de la atención sobre su edad y su capacidad de gobernar cuatro años más.

El diario The New York Times añadió este viernes que grandes donantes demócratas han dicho al mayor comité de acción política partidario de Biden, Future Forward, que su promesa de aportar 90 millones de dólares se quedará en suspenso si sigue adelante.

Trump sigue en cabeza en las encuestas y esta próxima semana verá confirmada su candidatura republicana en la convención que su partido celebra en Milwaukee del lunes al jueves.