Sean Grayson, ayudante del sheriff de Illinois, ha sido despedido y acusado de asesinato tras disparar en la cara a Sonya Massey, quien llamó a la Policía pidiendo ayuda al sospechar que había un intruso en su casa. Se trataba de una mujer negra de 36 años y madre de una niña pequeña.
Grayson se enfrenta a tres cargos de asesinato en primer grado, un cargo de agresión agravada y un cargo de mala conducta oficial. Será procesado en el Tribunal del Séptimo Circuito Judicial de Illinois el jueves por la tarde, un día después de que un gran jurado lo acusara de cinco cargos penales por la muerte de Sonya Massey el 6 de julio, según la Fiscalía del Condado de Sangamon.
Massey estaba desarmada. Ben Crump, abogado de derechos civiles de Estados Unidos que representa a la familia, denuncia que "si bien nada puede deshacer las atroces acciones de este oficial, esperamos que la balanza de la justicia continúe haciéndolo responsable y exigiremos transparencia en cada paso".
La policía estatal de Illinois, tras investigar las imágenes de la cárama corporal, despidió a Grayson tras descubrir que sus acciones no siguieron la capacitación y los estándares adecuados. Así lo declaró la oficina del sheriff del condado de Sangamon en un comunicado el miércoles.
"Con nuestra insignia aceptamos una enorme responsabilidad, y si se abusa de esa responsabilidad, debería haber consecuencias", dicta su comunicado.
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, dijo en una declaración que Massey merecía protección en lugar de ser "asesinado a tiros".
"Me rompe el corazón pensar en los hijos de Sonya, en su familia y sus amigos y en todos los que la conocieron y la amaron, y me enfurece que otra mujer negra inocente haya perdido la vida a manos de un policía", afirmó.