Agencias

Estados Unidos denunció este miércoles el "asesinato" de un miembro de la guardia local de la embajada de Estados Unidos en Jartum que estaba bajo custodia del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y pidió que los responsables rindan cuentas.

"Me entristeció y perturbó profundamente la noticia del asesinato de Tarig Hassan Ahmed mientras estaba bajo custodia de las FAR. Era un dedicado miembro de la guardia local de la embajada de Estados Unidos en Jartum, y un respetado colega y amigo de muchos miembros de la comunidad de la embajada", dijo la subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos, Molly Phee, en su cuenta oficial de X.

Phee pidió a las FAR que ofrezcan "todos los detalles de las circunstancias que rodearon la detención y muerte" del empleado de la embajada y que "garanticen que los responsables rindan cuentas".

El enviado especial de Estados Unidos para Sudán, Tom Perriello, se unió a las condolencias y afirmó en su cuenta de X que los "responsables deben rendir cuentas".

Se desconoce cuándo fue arrestado el trabajador de la embajada y los motivos de su muerte. Hasta el momento, las FAR no han reaccionado ante esta información.

La embajada de Estados Unidos fue evacuada casi dos semanas después de que comenzara la guerra en Sudán entre las FAR y el Ejército sudanés, iniciada en abril de 2023 y que continúa hasta ahora, lo que ha provocado una de las peores crisis humanitarias en el planeta, además de la mayor ola de desplazados en el mundo, casi un cuarto de su población.

Decenas de miles de personas han muerto en este conflicto, cifras que EEUU rebaja y sitúa en torno a 100.000 los decesos.

Además, este martes la asesora de la ONU para la prevención del genocidio, Alice Wairimu Nderitu, aseguró que un nuevo genocidio se puede estar cometiendo en la actual guerra de Sudán, siendo sus víctimas las comunidades que ya lo sufrieron hace 20 años en su región occidental de Darfur, en el oeste del país.