Un tribunal de EEUU ha negado por segunda vez la libertad bajo fianza del serbio David Knezevich, el esposo de Ana María Knezevich, la colombo-estadounidense que se encuentra desaparecida desde febrero pasado en España, según el expediente.
Knezevich, de 36 años y detenido en Miami desde mayo pasado, se ha declarado no culpable de los cargos de secuestro que afronta en la Justicia estadounidense.
El juez Edwin Torres rechazó la petición de la defensa del serbio al considerar que él representa peligro de fuga.
"La evidencia presentada (...) respalda la conclusión original del tribunal de que el acusado presenta un grave riesgo de fuga dado el astuto nivel de engaño que ha demostrado como parte del delito en el que se alega que participó", escribió el juez.
El juez, que ya había negado en junio pasado otra solicitud de fianza argumentando "la naturaleza y circunstancias del delito", señaló en el fallo de esta semana que los hechos expuestos son suficientes para fines de detención, según recoge Efe, y que el Gobierno "podría satisfacer su tarea de demostrar que el acusado participó en el secuestro de su ex esposa".
La Corte además programó para este miércoles una nueva audiencia para tratar otra moción que no detalla en el expediente. El comienzo del juicio en Miami está previsto para el próximo 21 de octubre y se espera que dure dos semanas.
Knezevich fue arrestado cuando llegaba de Serbia, de donde es originario, por su posible implicación en la desaparición de Ana María, de 40 años.
La mujer, de origen colombiano y nacionalidad estadounidense -radicada en Fort Lauderdale-, llegó a Madrid el pasado diciembre en pleno proceso de divorcio.
La última noticia que sus allegados tuvieron de ella es que estaba buscando un nuevo apartamento de alquiler con la expectativa de quedarse en la capital española a largo plazo.
Ana María desapareció poco después de que un hombre que llevaba un casco de motociclista desactivara las cámaras de seguridad del edificio de apartamentos en Madrid, donde ella se alojaba y rociara con aerosol los lentes de las cámaras. Ese hombre fue identificado después como Knezevich.