Un nuevo episodio de brutalidad policial contra una persona afroamericana ha vuelto a despertar la indignación en EEUU. Lo más flagrante de este nuevo caso es que el arrestado de manera violenta por las fuerzas de seguridad tenía parálisis cerebral y es sordo.
Tyron McAlpin, de 34 años, fue reducido con una pistola táser y golpeado por dos agentes de Phoenix (Arizona). Aunque su arresto se produjo en agosto, su caso ha generado polémica esta semana tras difundirse las imágenes captadas por la cámara corporal de unos de los agentes implicados.
En la grabación se ve a los dos policías, Benjamin Harris y Kyle Sue, golpeando repetidamente a McAlpin en la cabeza y disparando descargas eléctricas por su cuerpo con una pistola táser mientras él yace boca abajo gritando.
Los agentes le dicen a McAlpin que colocase su mano, que estaba doblada a su costado, detrás de su espalda. Orden que no obedeció al ser sordo y tener parálisis cerebral.
Defensores de los derechos civiles y de las personas con discapacidad expresaron su indignación después de que se publicaran estas imágenes.
"Lo que tenemos es una persona inocente que fue atacada por la Policía mientras caminaba hacia su casa", denunció en un comunicado la fiscal del condado de Maricopa, Rachel Mitchell, quien subrayó que este caso "merece un escrutinio adicional".
La fiscal recordó una reciente investigación federal de derechos civiles, hecha pública en junio, en la que el Departamento de Justicia concluyó que la policía de Phoenix utiliza sistemáticamente una fuerza excesiva y discrimina a las personas negras, hispanas y nativas americanas.
"El caso de McAlpin demuestra que no ha habido cambios en la práctica", denunció este miércoles Jesse Showalter, quien representa a McAlpin en una posible demanda de derechos civiles contra la ciudad de Phoenix.
El abogado de McAlpin negó haber cometido algún delito y dijo que su prioridad era conseguir que se desestimaran los cargos que pesan sobre McAlpin -acusado de agresión con agravantes y resistencia al arresto- que calificó de injustos.
McAlpin pasó 24 días en prisión antes de pagar la fianza, según CBS News, y se declaró inocente. Los agentes seguían en servicio hasta este martes.
El Departamento de Policía de Phoenix se ha limitado a señalar que está investigando las acciones de los oficiales.