Eduard Ribas i Admetlla
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No fue un mitin electoral cualquiera. El cierre de campaña de la candidata demócrata a la Casa Blanca, la vicepresidenta Kamala Harris, consistió este lunes en una gran fiesta musical, animada por celebridades como Lady Gaga y Ricky Martin, en un último intento de captar a los votantes indecisos.

"Que nadie se equivoque: "¡Ganaremos!", exclamó Harris ante miles de personas en Pensilvania, la mayor ciudad de un estado donde la demócrata se juega la presidencia, porque sus 19 compromisarios del Colegio Electoral pueden ser esenciales para llegar la Casa Blanca.

La vicepresidenta remarcó que mañana los estadounidenses tienen la "oportunidad" de derrotar definitivamente al expresidente republicano Donald Trump.

"Tenemos la oportunidad de pasar página tras una década de miedo y división. Ya estamos hartos. Estados Unidos está preparado para un nuevo comienzo", declaró.

Harris se dirigió a la multitud desde las famosas escaleras del Museo de Arte de Filadelfia, convertidas en símbolo de superación, esfuerzo y perseverancia por la escena de Rocky (1976) en la que el personaje interpretado por Sylvester Stallone las sube corriendo.

La tarea que la vicepresidenta tiene en frente no es menos titánica, dado que debe decantar unas encuestas completamente empatadas que muestran un país dividido por la mitad, y hacer historia como la primera mujer presidenta de la historia.

"Estamos en estas escaleras, un tributo a los que comienzan como rezagados y escalan hasta la victoria", afirmó la vicepresidenta, quien construyó una campaña en tiempo récord después de que el presidente Joe Biden tirara la toalla en julio.

De 'Livin' la vida loca' a 'Edge of Glory'

Para animar a los últimos indecisos, Harris contó con la ayuda de la superestrella Lady Gaga, quien derrochó torrente de voz al interpretar al piano su clásico Edge of Glory y God Bless America.

Lady Gaga, quien cantó en la investidura del demócrata Joe Biden en 2021, hizo además un alegato a favor del que podría ser la primera mujer presidenta: "Durante más de la mitad de la vida de este país las mujeres no tuvimos voz. Criamos hijos, mantuvimos unidas a nuestras familias, apoyamos a los hombres cuando tomaban decisiones, pero mañana las mujeres formarán parte de la toma de decisiones".

Oprah Winfrey fue otra de las estrellas invitadas de la noche, en la que avisó de que la democracia estadounidense está en juego: "Si no vamos a votar mañana, es posible que ya no podamos depositar el voto nunca jamás".

Si hay algo en lo que Harris ha ganado por goleada a Trump en esta campaña es en el respaldo de celebridades, pues le han expresado el apoyo artistas de la talla de Taylor Swift, Beyoncé, Bruce Springsteen, Stevie Wonder y Eminem.

Una lista que se ha visto engrosada recientemente por los puertorriqueños Ricky Martin, Bad Bunny o Jennifer López, después de que un humorista en un mitin de Trump en Nueva York llamara "isla de basura" a Puerto Rico.

Ese comentario racista empujó a Ricky Martin a participar hoy en el evento, donde puso al público a bailar al son de Pégate, Livin’ la vida loca y La Copa de la Vida, para terminar con un mensaje: "Salven la democracia y voten por Kamala".

Entre las miles de personas disfrutando de la noche estaba James Cotelo, vecino de Filadelfia, que acudió al evento con su prometido para "respaldar a Kamala Harris, ver a Gaga, pasar un buen rato y celebrar, ojalá, una victoria inminente".

"Siento que mucha gente está cansada de la retórica de Trump y está lista para ver a una mujer que es más capaz de manejar lo que está pasando en el país", contó a EFE.

'All in' a Pensilvania

Harris cerró su campaña en Filadelfia tras recorrer varios puntos de Pensilvania, el estado al que decidió apostarlo todo en el último día de campaña.

Los codiciados 19 votos electorales de Pensilvania, el mayor de todos los siete estados considerados bisagra, son indispensables en casi todas las combinaciones que llevarían a Harris a la Casa Blanca.

Este estado del antiguo cinturón industrial del país votaba tradicionalmente demócrata hasta que Trump le dio la vuelta en 2016 y, cuatro años después, Joe Biden ganó al republicano con un estrecho margen de 80.000 votos.

Proveniente de un suburbio de Filadelfia y envuelta en la bandera estadounidense, la afroamericana Stephanie Thomsen no quiso perderse el último evento de campaña de la mujer que aspira a ser la primera presidenta

"Estoy absolutamente emocionada", dijo a EFE Thomsen, quien pese a las encuestas no pierde la esperanza: Creo que ella ganará Pensilvania. Sé que están 49% a 49%, pero confío en que las personas indecisas saldrán y harán lo correcto".