C. Gómez
Agencias
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La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, pronunció este miércoles el discurso que en la noche del martes, cuando los resultados ya pronosticaban una sonada derrota, no salió a dar. La demócrata reconoció la victoria del expresidente Donald Trump visiblemente conmocionada y prometiendo que "volverá la luz tras la oscuridad".

"Sé que mucha gente cree que vamos a entrar en una era oscura", dijo Harris en un discurso en la Universidad de Howard de Washington, el primero desde que fue declarada perdedora de las elecciones. En él apuntó que "sólo cuando está suficientemente oscuro, se pueden ver las estrellas".

Y, aunque el resultado no es el que querían, alegó que "la luz del EEUU prometido volverá mientras sigamos trabajando y sigamos luchando".

Unas horas antes, la demócrata llamó a Trump para expresar su disposición a "asegurar una transición pacífica, en contraste con lo sucedido en 2020", cuando el expresidente no reconoció los resultados, y le expresó el deseo de que sea "presidente para todos los estadounidenses".

El actual mandatario, Joe Biden, quien se dirigirá este jueves a la nación, también telefoneó al republicano para mostrar su compromiso con "una transición pacífica y enfatizó en la importancia de trabajar de forma conjunta para unir el país", para lo que le emplazó a una reunión en la Casa Blanca.

Aunque por el momento no parece que vaya a dimitir como líder de los demócratas, Harris también avanzó que "es el momento de reorganizarnos" y "comprometernos con la libertad, la justicia y un futuro que podamos construir juntos". Asimismo, incidió en que a veces "la lucha dura un tiempo" y, por esa razón, "nunca renunciaré a la lucha por el futuro de América".

"Nunca renunciaremos a luchar para proteger nuestras escuelas de la violencia de las armas, a luchar por la democracia, por la justicia igualitaria y por la idea de que todos nosotros tenemos derechos fundamentales y libertades que deben ser respetadas", añadió.

Por el momento y después de salir eufórico al escenario de West Palm Beach (Miami) anoche, Trump lleva toda la jornada en silencio, más allá de un mensaje enviado a sus seguidores en el que volvió a enfatizar lo que ya dijo ayer al declarar su prematura victoria: "Lucharé por ustedes, por nuestra familia, por nuestro futuro. Cada día voy a luchar con cada aliento de mi cuerpo".

Victoria republicana

Y aunque el anuncio lo hizo antes de saber con certeza los resultados, la victoria del republicano ha sido arrolladora: a la espera de saber los datos en los estados de Arizona y Nevada, Trump ha conseguido 295 compromisarios y Harris 226 de los 270 necesarios en el Colegio Electoral para que les declaren presidente.

Kamala Harris abandona el escenario junto a su marido, Doug Emhoff, tras pronunciar su discurso en la Universidad Howard de Washington. Reuters

La carrera se prometía ajustada, pero el expresidente, que será el primer jefe de Estado condenado en asumir la Presidencia de EEUU, consiguió arrebatar a los demócratas los tres estados del llamado 'muro azul' (Wisconsin, Michigan y Pensilvania) y si la tendencia continúa todo apunta a que va a lograr con buenos márgenes los siete estados clave que estaban llamados a decidir los comicios.

Además, todo apunta a que por primera vez para Trump también va a ganar el voto popular, que le da el 51% al republicano y 47,6% a la demócrata, con 4,7 millones de votos menos (según el recuento de la agencia Associated Press), y eso ha sorprendido a algunos expertos.

"Estoy un poco sorprendido de que a Trump le haya ido tan bien dada la negatividad de su campaña. Normalmente, el candidato que pueda proyectar una visión positiva de futuro tiene más probabilidades de ganar, pero la visión de Trump era oscura, más negativa y más divisoria que en 2016. El hecho de que se haya llevado el voto popular bajo esa premisa dice algo sobre los estadunidenses", subrayó el experto constitucionalista de la Universidad de Cedarville Mark Smith.

Los republicanos también lograron en las elecciones de ayer quedarse con el control del Senado tras cuatro años en la oposición al arrebatar a los demócratas al menos tres asientos y, aunque aún no hay resultados definitivos, también parece que el Partido Republicano puede revalidar su mayoría de la Cámara de Representantes.

El recuento más conservador, el de AP, da 205 escaños a los republicanos y 189 a los demócratas; otros medios, como la cadena CNN, tiene a los republicanos arriba 208 a 190.

En todo caso, los republicanos estarían a apenas una decena de escaños de asegurarse los 218 asientos que dan la mayoría en la Cámara de Representantes.