Un gabinete que vale millones, en concreto 340.000 millones de dólares. Donald Trump ha reunido en su gabinete a once multimillonarios o que son pareja de uno. Unos perfiles que ponen en duda el nivel de comprensión que puedan tener con la clase trabajadora estadounidense, ahora en sus manos.
Trump ha vuelto a romper récords. En su anterior legislatura (2017-2021), su gabinete se convirtió en el más "rico" hasta el momento, contando con integrantes tales como Rex Tillerson, ex director ejecutivo de ExxonMobil; y Wilbur Ross, el secretario de Comercio, que se había enriquecido mediante la reestructuración de empresas en quiebra. Unos datos que resaltan aún más si se comparan con los del actual gabinete de Joe Biden, tasado en un patrimonio de 118 millones de dólares.
Entre los once multimillonarios sobresale el empresario tecnológico Elon Musk -nombrado el hombre más rico del mundo-, que junto con el también empresario tecnológico Vivek Ramaswamy, llevará el departamento de Eficiencia Gubernamental de EEUU. Sólo entre ambos aglutinan una fortuna de al menos mil millones de dólares. Estos dos empresarios, alejados de la realidad social de la clase obrera, tendrán como misión reducir el gasto público, empezando por el recorte de 2 billones de dólares del presupuesto federal anunciada por Musk. "Puede suponer dificultades económicas temporales", advirtió el dueño de X y SpaceX.
Elenco multimillonario
El elenco de quince elegidos por Donald Trump para su futuro Gobierno se caracteriza además de por su extravagancia y por su falta de experiencia, por sus altos patrimonios.
Linda McMahon, candidata a secretaria de Educación, y ex ejecutiva de World Wrestling Entertainment (WWE) -junto con su marido, Vince McMahon-, cuenta con un patrimonio de 3.200 millones de dólares; Doug Burgum, ex gobernador de Dakota del Norte designado para ser secretario del Interior, con 100 millones; Howard Lutnick, presidente y director ejecutivo de Cantor Fitzgerald, a quien se le ha asignado la cartera de Comercio, posee patrimonio por valor de 2.000 millones de dólares; Scott Bessent, gestor de fondos de cobertura y ex socio de Soros Investment Management, designado como secretario del Tesoro, con 1.000 millones.
Sin olvidar los más de 300.000 millones de Musk y los 1.000 millones de su compañero Ramaswamy.
Además de 'sus elegidos' para conformar su gabinete, Trump continúa buscando ampliar su equipo con otros magnates que -por cuenta propia o por herencia familiar- se encuentran en la lista de multimillonarios de Forbes.
Entre los magnates a confirmar en el Senado están Charles Kushner, empresario inmobiliario y consuegro de Trump; o Jared Isaacman, un astronauta comercial y empresario que ha sido nominado para dirigir la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA). Entre otros.
"Los ricos serán más ricos"
En su anterior mandato, Trump implementó un recorte significativo de impuestos a las grandes fortunas con la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017. "Se podría esperar un enfoque similar en esta legislatura", advierte Aaron Cirksena, fundador y director ejecutivo de MDRN Capital.
En el mismo sentido dirige sus predicciones David Kass, director ejecutivo de Americans for Tax Fairness, que asegura que el objetivo del "gobierno de los multimillonarios" es "para los multimillonarios", alejado de la postura 'popular' ensalzada por el líder republicano durante su campaña. "Lograr enormes recortes de impuestos para los súper ricos a costa de recortar servicios como la educación, la seguridad social y 'Medicaid', una ayuda médica para quienes tienen ingresos más bajos", anuncia.
"Los votantes querían un cambio y se van a dar cuenta de que esto no era lo que ellos querían", dice Kass, "'los ricos son lo suficientemente ricos y no necesitan más recortes de impuestos'. Creo que va a haber una gran movilización contra esto", vaticina el economista.
No obstante Matthew King, miembro del German Marshall Fund, que justifica el apoyo popular a Trump por su carisma, advierte que este motivo puede ser el freno a dicha revuelta. Imponiéndose incluso al rencor hacia los privilegios a los ricos.
"El orgullo por Dios, la familia y el país resuena por encima de los mensajes progresistas del resto de candidatos", y añade, "este atractivo de Trump para la clase trabajadora seguirá permitiendo explotarles con éxito mientras canaliza las recompensas hacia la nueva oligarquía: grandes empresas y multimillonarios como Elon Musk".