El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reducido las penas de casi 1.500 personas que fueron excarceladas durante la pandemia y retenidas bajo arresto domiciliario y ha indultado a 39 condenados por delitos no violentos. Es una medida de clemencia que no tiene precedentes en la historia reciente del país.
Biden, que ya decidió indultar a su hijo Hunter a principios de mes, ha destacado la importancia de ayudar a 39 personas que han completado una "rehabilitación exitosa". Y es que la medida incluye mayoritariamente a personas condenados por delitos de droga.
El mandatario, que deja la Casa Blanca el próximo 20 de enero, ha señalado que las 1.500 personas se merecen una segunda oportunidad tras haber recibido "largas" condenas que, en "muchos de los casos serían ahora más leves". "Son personas que han logrado reintegrarse en sus familias y comunidades", ha explicado en un comunicado.
La Casa Blanca no ha dado detalles de las personas beneficiadas por esta medida de gracia, aunque ha confirmado que en la lista hay un veterano del Ejército que ha participado en labores altruistas, una enfermera que colaboró en la respuesta de desastres naturales y en la vacunación contra la Covid-19, y un terapeuta que ayuda a los jóvenes a evitar "comportamientos destructivos".
Además, Biden ha anticipado que en las próximas semanas, antes de dejar la presidencia, adoptará más medidas de este tipo. "Mi Administración seguirá revisando las peticiones de clemencia para avanzar hacia una justicia igualitaria conforme a la ley, promover la seguridad pública, apoyar la rehabilitación, la reintegración y dar segundas oportunidades", ha explicado.