
Pedro Mauricio, un migrante guatemalteco, llega en un vuelo de deportación desde Estados Unidos a Ciudad de Guatemala. Reuters
Hispanos arrepentidos y bulos por todas partes: Trump dispara la confusión en dos semanas hasta en sus propios votantes
Algunos migrantes se lamentan de haberle votado por la intensidad de las redadas, y el caos provocado tras la congelación del gasto público preocupa también en los estados conservadores.
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“Sabíamos que toda esta vaina pasaría, pero no así de rápido”. Así resume un estadounidense de origen dominicano y votante republicano las dos primeras semanas de Donald Trump en la Casa Blanca. Aunque la cautela por entender sus pasos sigue dominando la mayoría de reacciones, la confusión empieza a asomar incluso entre sus votantes por la intensificación de las redadas migratorias, la caótica congelación del gasto público que anuló un tribunal y la amenaza de cerrar la agencia de respuesta a emergencias en un año catastrófico para varios estados como Florida y California.
“La cosa se ha puesto fea muy rápido”, responde a EL ESPAÑOL Yvette, nacida en Venezuela pero naturalizada como estadounidenses que votó a Trump al escuchar que las “mismas bandas criminales de las que huyó en Venezuela están ahora en Nueva York”. Aunque no se arrepiente de su apoyo, porque la “otra opción era seguir como hasta ahora y no hacer nada”, sí reconoce estar sorprendida por el “caos” con el que se ha iniciado todo. “Tengo amigos con documentos legales que también tienen miedo de ir a trabajar por las redadas y todo lo que leen en los chats, aunque uno ya no sabe que creer”.
Los falsos rumores y el pánico están alterando la vida diaria de muchas ciudades estadounidenses después de que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) haya intensificado las redadas de inmigrantes indocumentados con una retórica que promociona los arrestos diarios en redes sociales.
Al mismo tiempo, los bulos corren como la pólvora en los chats y redes sociales de habla hispana, una comunidad que tiene a informarse aún más que la media por estas plataformas debido a la predominancia del inglés en los medios estadounidenses.
Pero la confusión también ha llegado a otras áreas. Por ejemplo, la congelación del gasto federal que decretó el lunes sin previo avisó dejó a hospitales, centros sanitarios y escuelas sin acceso a los programas financieros que sufragan a algunos de sus alumnos y pacientes.
Asimismo, tres una temporada de desastres que ha asolado barrios y ciudades enteras en California, Florida y Carolina del Norte, la sugerencia de Trump y su vicepresidente J.D. Vance de cerrar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha encendido un debate en los estados más propensos a sufrir catástrofes, muchos de ellos conservadores, sobre quién asumirá los enormes gastos de reconstrucción y asistencia.
¿Hispanos arrepentidos?
El video de una supuesta estadounidense de origen mexicano, Mayra Alejandra Luna, llorando tras supuestamente describir que sus familiares iban a ser deportados y arrepentida de haber votado a Trump, se hizo viral esta semana en la red social TikTok hasta el punto de que fue utilizado por críticos de Trump y algunos medios para demostrar que los “hispanos estaban arrepentidos de haberle apoyado”. Aunque no hay más datos de la supuesta votante.
“Nos toman por tontos todos todo el rato. Aquí uno tiene que centrarse en trabajar y olvidarse de esas cosas”, contesta al respecto un votante dominicano, cansado de los rumores y del enfrentamiento que, reconoce, se ha intensificado entre los latinos.
Aunque la clase política y los medios de comunicacion siempre han tendido a tratar a los hispanos de EEUU como un grupo unificado, las tensiones cada vez afloran más en los barrios de mayoría hispana. En la zona de Jackson Heights de Queens (Nueva York), por ejemplo, algunos comerciantes con licencia se quejan de que la venta callejera e irregular en el barrio está haciendo mella en sus negocios y piden más control a las autoridades, pero lamentan que la retórica sobre redadas está haciendo que mas gente evite salir a la calle y consumir.
Al ser consultados por el temor a que los aranceles afecten a sus comercios, pues muchos venden productos importados de México y otros países sudamericanos, algunos se muestran confiados en que Trump solo los utiliza como medida de presión.
Sin embargo, el anuncio hecho por la Casa Blanca el viernes de imponer tarifas de hasta el 25% a México y Canadá no ha hecho más que acrecentar la confusión sobre la duración y el impacto de la medida.
¿Y entre los trabajadores públicos?
El desconcierto también se hace patente entre los trabajadores gubernamentales por las reformas prometidas por el mandatario: cerrar agencias federales, reducir gastos y eliminar programas como los de diversidad e inclusión, algunas ya confirmadas en el centenar de órdenes ejecutivas que firmó en sus primeros días.
De acuerdo con el diario Axios, varios trabajadores públicos -la categoría de funcionario vitalicio no existe en EEUU- recibieron esta semana un correo electrónico de la Oficina de Gestión de Personal que daba nueve días para renunciar y cobrar el salario hasta hasta septiembre o adoptar una nueva cultura del “rendimiento” y aceptar que sus empleos pudieran ser “reducidos” en el futuro.
"Tenía las huellas dactilares de Musk por todas partes”, indica el medio que tuvo acceso al contenido del mensaje, que recuerda al mismo que envió cuando Elon Musk se hizo con Twitter reduciendo casi el 80% de la plantilla en una operación pendiente de la resolución de los tribunales ya que algunos empleados que dimitieron denunciaron no haber recibido los pagos prometidos.
"Hay mucho escepticismo al respecto, dado que parecía modelar el correo electrónico de Elon Musk a la gente de Twitter a la que nunca se le pagó. Así que ha causado mucho caos y confusión. Creo que el punto es asustar realmente a la gente y hacerles pensar que sus trabajos están amenazados”, señalaba al respecto un empleado de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional a la cadena NBC.
Esta oficina, que financia proyectos internacionales y colabora con ONGs y otras multilaterales está en el punto de mira desde que Trump congelara el lunes el gasto público en proyectos internacionales y haya firmado la salida de EEUU de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud.
Pero esa rescisión inmediata del gasto federal también alteró el funcionamiento de hospitales y otros centros sanitarios que prestan servicios a pacientes de programas públicos como Medicaid y Medicare, las alternativas ofrecidas por el Gobierno a los seguros privados.
Infraestructuras y emergencias
La medida fue paralizada por un tribunal, ya que la orden contradice los presupuestos aprobados por el Congreso -poder encargado de aprobar la inversión pública según la Constitución-, pero ha alertado a sectores tan variados como la construcción.
Por ejemplo, el diario Político señala que podría verse comprometida la iniciativa de transporte más cara de EEUU, el proyecto ferroviario y el túnel Gateway de 16.000 millones de dólares que pretende añadir una nueva conexión entre Nueva York y Nueva Jersey, el área más poblada del país. Y algunas empresas de ingeniería y construcción han paralizado la contratación.
Incluso los congresistas republicanos han expresado públicamente su confusión.
"Necesitamos entender lo que significa el memorando, y luego sabremos si es demasiado amplio o no, pero parece que es así", afirmó al medio John Boozman, senador republicano de Arkansas, tras el revuelo ocasionando,
También ha generado inquietud el anuncio improvisado por Trump durante su visita a las zonas destruidas por los incendios de los Ángeles de sugerir el cierre de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), en el punto de mira por su respuesta a los huracanes que afectaron a Carolina del Norte durante la campaña electoral y también foco constante de bulos y desinformaciones.
“Lo que Donald Trump entiende que es nos hemos regulado tanto en este país hasta resultar disfuncionales”, trató de explicar después el gobernador republicano de Louisiana, Jeff Landry, apostando por la revision de una agencia que otorga fondos federales a estados, como el suyo, propensos a sufrir catástrofes y dependientes de una gestión ahora enredada en la confusión.