Los carteles que se distribuirán antes de las redadas previstas por el Servicio de Inmigración y Aduanas se apilan en una mesa en Denver.

Los carteles que se distribuirán antes de las redadas previstas por el Servicio de Inmigración y Aduanas se apilan en una mesa en Denver. Cheney Orr Reuters

EEUU

El miedo a la deportación, más allá de los 'sin papeles' en EEUU: "Piden a nuestros niños que señalen a los hijos de ilegales"

Los colegios son unos de los puntos calientes de redadas y desde personal les han pedido que tengan siempre consigo la documentación.

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Las miradas se cruzan con inquietud en los supermercados, las estaciones de autobús y los colegios. En los grupos de WhatsApp se multiplican los mensajes de alerta: "Tened cuidado en el párking de Sam’s Club", "están pidiendo papeles en Loveland", "se han llevado a varias personas". Desde hace días, la sombra de las redadas migratorias se extiende por las grandes ciudades de Estados Unidos, y ahora Denver, con un 29% de población latina, está en el punto de mira. Esta semana, en el suburbio de Aurora, una zona con un alto volumen de hispanos, estaba planeada una operación a gran escala. Horas antes de que se pusiese en marcha, la redada fue cancelada tras filtrarse a los medios de comunicación. Se temía por la seguridad de los agentes.

María lleva viviendo en Colorado más de siete años. Es madre de dos hijos y, junto a su marido, regenta un negocio familiar. Tanto él como los niños tienen la ciudadanía estadounidense, pero ella no. Su permiso de residencia caduca el año que viene, un detalle burocrático que nunca había sido motivo de preocupación… hasta ahora. Precisamente esta semana, cuando las alertas sobre redadas sacudían la comunidad migrante, María ha estado sola en casa con los niños. Su marido, Michael, viajaba por trabajo, como en otras ocasiones, pero esta vez fue una verdadera pesadilla.

"Empecé el día con sorpresa al ver en redes sociales mensajes alertando sobre redadas de inmigración en mi zona. Al principio pensé que solo se trataba de criminales, pero luego comprendí que estaban afectando a personas trabajadoras, muchas de ellas con visado, como yo".

Primero fue en un grupo de Facebook. Después, en mensajes que se compartían en su círculo de conocidos. Y por la tarde, cuando fue a recoger a uno de sus hijos al colegio –el otro estaba enfermo y no pudo ir a clase–, la sensación de alerta se convirtió en una amenaza personal.

"Lo que más me impactó fue cuando mi hijo me dijo que en el colegio les habían pedido que señalaran a los niños cuyos padres pudieran no tener papeles. Ahí fue cuando sentí el miedo de verdad". Hasta ese momento, la situación le parecía lejana, pero el temor se instaló en su mente. "Tengo residencia permanente, pero no soy ciudadana. Pensar que un simple error podría llevarme a una detención me generó ansiedad. Tengo una familia, un negocio… No es solo una cuestión legal, es el miedo a perder todo de un día para otro".

A medida que avanzaba la jornada, María intentó continuar con su rutina, pero le fue imposible. Al llegar a casa, encendió la televisión y vio que las redadas continuaban en distintos puntos del país. También empezó a leer cómo otros inmigrantes compartían sus experiencias, denunciando que, en algunos casos, ni siquiera importaba si existía ese permiso de residencia.

"Después de todo esto, decidí llamar a mi marido y me di cuenta que debía iniciar el proceso para obtener la ciudadanía cuanto antes. No quiero vivir con este miedo constante".

Estados Unidos se ha entendido durante décadas como la tierra de las oportunidades. Para muchos, llegar al país significaba estabilidad y un futuro mejor. Sin embargo, ahora el recuerdo de otras épocas sombrías de la historia resuena entre quienes viven esta situación en primera persona. "La sensación de ver a agentes en la calle pidiendo documentación y llevándose a gente me hizo pensar en la Alemania más oscura", dice María en voz baja.

También entre los españoles

Ella no es la única que ha pasado por una situación sorprendente en los últimos días. Roberto, pese a vivir una realidad totalmente diferente, también se ha visto afectado por el nuevo modus operandi del ICE, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, por sus siglas en inglés. Él está en el país con un visado de profesor, uno de los más comunes entre los jóvenes que se van a vivir a Estados Unidos. Tiene 32 años y se queda aquí hasta el final del curso académico.

Los colegios son unos de los puntos calientes de redadas y desde personal les han pedido que tengan siempre consigo la documentación. "Nos mandaron un correo explicando que los trabajadores que estuviésemos con visado o autorización de empleo debíamos llevar siempre con nosotros una copia de los papeles de inmigración: pasaporte, el formulario I-94, la notificación de la aprobación de la visa...".

Roberto nos cuenta que lo que se conoce como la red card está circulando por los grupos de expatriados. Es una tarjeta que puedes llevar en la cartera y en la que se explica lo que hacer si un agente del ICE te pide la documentación, cuáles son tus derechos y deberes, y cuándo llamar a un abogado.

Lo que comenzó el martes como un rumor en redes sociales se ha convertido en una amenaza latente para miles de inmigrantes que, aunque llevan años construyendo sus vidas en Estados Unidos, hoy temen que cualquier error en sus papeles o un antecedente menor los ponga en peligro.

El miedo no distingue nacionalidades. También ha calado entre los españoles que residen en Estados Unidos, donde la incertidumbre crece con cada nueva redada. Por eso, María y Roberto prefieren hablar desde el anonimato. No quieren que sus nombres reales figuren en este reportaje, una precaución que antes les habría parecido innecesaria, pero que ahora sienten como una medida de protección ante un futuro cada vez más incierto.