Corea del Norte ha informado de que enviará una delegación de representantes de su Gobierno a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en febrero en el condado surcoreano de PyeongChang, según una portavoz del Ministerio de Unificación del Sur.
El anuncio se realizó en la sesión matinal de las conversaciones de alto nivel, las primeras en dos años, que mantienen las dos Coreas en la militarizada frontera que las separa.
Por su parte, el Sur ha propuesto realizar a mediados de febrero, coincidiendo con las festividades del año nuevo lunar, una reunión de familias coreanas separadas desde la guerra que enfrentó a ambos países entre 1950 y 1953, aunque el Norte aún debe pronunciarse al respecto.
Unificación confirmó también que Pyongyang informó de su intención de enviar a los Juegos Olímpicos un equipo de animadoras y un equipo de taekwondo que realizaría exhibiciones durante el evento, aunque en ningún momento ha hablado del envío de atletas para competir.
Los patinadores artísticos Ryom Tae-ok y Kim Ju-ik son los dos únicos deportistas norcoreanos clasificados para los Juegos de PyeongChang, aunque el COI ha dicho que otros podrían acudir con una invitación siempre que el régimen les permita viajar.
El Sur ha propuesto en la primera ronda de conversaciones que atletas de ambos países desfilen bajo una bandera común en las ceremonias de inauguración y clausura, como se ha hecho en anteriores ediciones de los Juegos de Verano e Invierno, pero de momento el Norte ha optado por no aceptar esta propuesta.
La participación norcoreana en los Juegos que arrancan el 9 de febrero podría rebajar la tensión regional después de un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y el tono beligerante con el que ha respondido al régimen el presidente de EEUU, Donald Trump.
Reabre una de sus líneas de comunicación militar con el Sur
Corea del Norte ha notificado al Sur que ha reabierto una de sus líneas de comunicación militar durante la reunión de alto nivel .
Se trata de la línea destinada a comunicaciones militares en la región en torno al Mar Amarillo (llamada Mar del Oeste en las dos Coreas) y al igual que el resto de vías de comunicación entre los dos países, permanecía inutilizada desde hace casi dos años por decisión del Norte.
El ejército norcoreano comenzará a utilizar de nuevo esta línea el miércoles, según explicó la delegación del Norte a su contraparte del Sur.
El régimen de Pyongyang decidió dejar de utilizar esta y otras líneas de comunicación telemática con el Sur en protesta por el cierre del complejo intercoreano de Kaesong, implementado por Seúl como castigo por el desarrollo armamentístico de Pyongyang.
La línea recién reactivada servía, entre otras cosas, para que ambos ejércitos notificaran movimientos de personas y mercancías en torno a Kaesong.
El Norte también decidió comenzar a usar otra de las líneas telemáticas situadas en la aldea de Panmunjom, en la frontera intercoreana, la semana pasada después de que Kim Jong-un expresara en su mensaje de Año Nuevo su deseo de mejorar lazos con el Sur.
A raíz de esta predisposición, ambas Coreas, que técnicamente siguen en guerra desde hace más de 65 años, mantienen hoy su primera reunión de alto nivel en más de dos años en Panmunjom.
En el encuentro, el régimen ha manifestado su intención de enviar una delegación compuesta por altos funcionarios, atletas o animadoras a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran a partir del 9 de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang.
Por su parte, el Sur ha propuesto organizar conversaciones militares para rebajar la tensión transfronteriza y retomar las reuniones de familias separadas por la guerra que enfrentó a los dos países entre 1950 y 1953, aunque el Norte no se ha pronunciado al respecto.
Todos estos gestos contribuyen a rebajar la tensión en la península después de un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y el tono beligerante con el que ha respondido al régimen de Pyongyang el presidente de EEUU, Donald Trump.