Estados Unidos ya ha pedido al Gobierno saudí investigar la desaparición del periodista Jamal Khashoggi en la embajada de Estambul. El analista, crítico con Arabia Saudí, entró el pasado 2 de octubre en el consulado de la ciudad turca y nunca salió. La Fiscalía turca lo investiga tras apuntar la Policía a que fue asesinado y desmembrado dentro. Estudian la llegada de otros 15 saudíes ese día al país y al consulado, siendo algunos de ellos diplomáticos. Uno era forense militar.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha instado este lunes al Gobierno saudí a investigar de "forma exhaustiva" la desaparición del periodista. Ha pedido que sea claro y transparente con los resultados de la investigación. El lunes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su preocupación por las informaciones en torno al periodista. "No me gusta este tema", afirmó el mandatario.
Pompeo telefoneó al príncipe saudí para "reiterar la petición estadounidense de información" sobre la desaparición de Khashoggi, indicó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders. "Pidieron más detalles y que el Gobierno saudí sea transparente en el proceso de investigación", añadió Sanders.
El diario The Washington Post informó de que los servicios de inteligencia estadounidenses conocían los planes del Gobierno de Arabia Saudí para arrestar a Khashoggi, después de interceptar comunicaciones de funcionarios del país árabe.
El mandatario de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha recalcado por su parte que el consulado de Arabia Saudí en Estambul debe presentar pruebas que certifiquen que el periodista abandonó las instalaciones, tal y como sostiene Riad. "Los saudíes tienen el sistema de cámaras más sofisticado. El sistema podría captar la salida de una mosca", afirmó.
Khashoggi es un reconocido periodista crítico con el el príncipe heredero, columnista del Washington Post además de trabajar en el periódico saudí Al Watan, alegando por reformas progresistas. Ya en 2003 trabajó durante 52 días en este diario y fue despedido por el ministro de información del país tras publicar varios artículos comentando la influencia de la religión en el régimen.
En abril de 2007 volvió a Al Watan dimitiendo en 2010 tras escribir sobre las reglas islámicas de la monarquía saudí. Entre medias había trabajado como asesor de prensa del embajador de los Estados Unidos.
Desde los 80, Khashoggi siguió la carrera de Osama bin Laden, entrevistándole en varias ocasiones y tratando de persuadirle de que abandonase la violencia.
Riad afirma que salió ese mismo día de la embajada, pero no hay pruebas, como si las hay de su entrada. Mohammed bin Salman, el príncipe heredero, dio permiso a las autoridades turcas para investigar el consulado.