China celebra estos días en Yulin, en la región de Guangxi, su polémico festival de carne de perro, que arrancó el pasado 21 de junio y se prolongará hasta el 30 de este mes. Ni siquiera la pandemia del nuevo coronavirus ha podido con esta cita, que tiene lugar en el mercado Dashichang de Yulin, donde se amontonan las jaulas con perros y gatos para ser torturados, sacrificados y después consumidos.
Ni la crisis sanitaria global ni las cada vez más numerosas protestas de animalistas han podido frenar el evento. Según cálculos de Humane Society International (HSI), cada año se matan 10 millones de perros y 4 millones de gatos para su consumo en China.
"Miles de perros y gatos son sacados de las calles o robados de los patios, encerrados en jaulas y apiñados en camiones, sin comida ni agua. Muchos mueren por lesiones, asfixia, deshidratación o ataques cardíacos antes de llegar a su triste destino, el matadero", denuncia HSI.
Plato de perro
Gran parte de los perros que acaban servidos en los platos de este festival suelen ser animales de compañía robados o callejeros. "Existen graves riesgos para la salud pública asociados con los perros robados que son abandonados y no están vacunados, por lo que pueden albergar enfermedades como la rabia. Incluso, algunos son envenenados con cianuro por los ladrones y que posteriormente entran en la cadena alimentaria", advierte Jill Robinson, director de la organización de Animals Asia.
Estos animales son conducidos durante días por China y llevados hasta un matadero donde son golpeados hasta la muerte.
La concienciación social sobre el "mercado negro" que mueve este festival también está presente en las calles de Yulin, donde hay carteles en los que se lee Resistid al festival de la carne de perro y rescatad a los perros.
¿Tradición china?
El origen del evento, por cierto, nada tiene que ver con la tradición china. El famoso festival, tal y como denuncia HSI, que lleva años luchando contra estas crueles prácticas, se creó en 2010, y aunque se ha querido vincular a la tradición popular de la región, no es más que un evento comercial, un "cruel negocio".
Pese a la creencia popular de que en China se come carne de perro de manera generalizada, solo se consume en zonas del sur del país como Guangxi, Guizhou y Cantón y áreas del noreste habitadas por la etnia coreana. Según una encuesta realizada por Animals Asia, el 20% de los encuestados chinos reconocieron haber comido carne de perro en los últimos dos años, mientras que solo un 1,7% consumió carne de gato en el mismo periodo.
Prohibido consumir perros
En medio de las advertencias sobre los riesgos para la salud que conlleva el consumo de este tipo de carnes, China dio un paso al anunciar, hace ahora tres semanas, que los perros ya no serían considerado ganado. En una orden del Ministerio de Agricultura de China, se prohibía la cría de perros en granjas para su consumo humano, una decisión aplaudida por las organizaciones animalistas.
El Ministerio publicó un catálogo de recursos genéticos de ganado y aves de corral, que establece por primera vez una lista de 33 especies que pueden ser criadas en el país, prohibiendo así a las no mencionadas. La redacción de este listado fue impulsada por las autoridades después de que se relacionase el consumo de animales exóticos y salvajes en un mercado de Wuhan (centro) con el inicio de la pandemia del Covid-19, ya que se cree que el coronavirus pudo saltar allí a los humanos a través de esas criaturas.
Entre las especies permitidas también figuran cuatro "especiales" que se pueden criar aunque no para ser comidas: el visón, el zorro ártico, el zorro plateado y el tanuki (conocido también como perro mapache o mapache japonés).
Un paso "monumental"
La organización animalista Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) calificó la decisión de "paso monumental en la dirección correcta", aunque reclama que las cuatro especies "especiales" anteriormente citadas sean excluidas también del Catálogo.
Asimismo, reclaman al Gobierno chino que "haga más para hacer frente a los abusos más básicos contra los animales en China, incluyendo la promulgación de sus primeras leyes de bienestar animal".
Por su parte, el colectivo Humane Society International considera que esta iniciativa señalaría "un giro de importancia crucial en los deseos de China de poner fin al comercio de perros y gatos, por el que millones de animales siguen sufriendo cada año". Esta asociación lamenta que el festival de Yulin, a pesar de la decisión de Agricultura, siga celebrándose.