Tras meses y meses garantizando que no había casos de Covid-19 en el país, este fin de semana, Corea del Norte anunciaba que había detectado su primer caso de coronavirus. El alerta se dio después de que un desertor norcoreano, que vivía en Corea del Sur, hubiese regresado al país, presuntamente infectado con el virus.
Su huida hacia la Corea del Norte es digna de película: cuenta Reuters que, con una acusación de agresión sexual a cuestas, Kim, el desertor de 24 años, evadió los sistemas de control fronterizo surcoreano de alta tecnología arrastrándose por un desagüe y nadando a través del río Han hacia el norte, el 19 de julio. Habría pasado varios días allí antes de ser atrapado.
El jefe militar de Corea del Sur, Park Han-ki, dijo al parlamento este martes que Kim, que mide 1,63 metros de alto y pesa 54 kilos, se abrió paso a través de cercas de alambre de púas instaladas al final de la tubería que conduce al río.
No era la primera vez que Kim atravesaba la frontera de esta forma poco convencional. En 2017, cuando huyó hacia el sur, lo hizo del mismo modo. Las autoridades surcoreanas dicen también que exploró el área a principios de julio, aparentemente en preparación de su huida.
El 12 de junio, cuenta la agencia de noticias, una mujer de cerca de 20 años presentó una denuncia por agresión sexual contra Kim. El 21 de junio el norcoreano fue interrogado y negó todas las acusaciones. Un mes después, las autoridades fueron informadas de que Kim habría amenazado a la víctima y que preparaba su huida al norte. Dos días después se emitió una orden de arresto, pero según los medios estatales de Corea del Norte, Kim ya había llegado allí.
Kim, el doble desertor
La historia de Kim como desertor comienza y, hasta ahora, termina en la ciudad de Kaesong, una ciudad fronteriza de Corea del Norte que albergó un parque industrial y una oficina de enlace ahora cerrados.
Cuando ese proyecto industrial se cerró, en medio de las crecientes tensiones sobre el programa de armas nucleares de Corea del Norte en 2016, el shock económico llevó a Kim a probar suerte en el Sur en 2017, según ha contado él mismo en un vídeo al que ha tenido acceso Reuters.
En lugar de atravesar China, como suele hacer la gran mayoría de los desertores norcoreanos, Kim se dirigió hacia el sur hacia la zona desmilitarizada que divide las dos Coreas.
"Después de pasar a través de cercas de alambre de púas, me encontré con campos de minas y llegué a un campo de juncos cerca del río Han donde permanecí escondido durante unas tres horas", dijo en el video.
Después, empezó a nadar siguiendo las luces en la orilla sur del río. Cuando finalmente llegó a tierra, soltó un grito de auxilio y fue encontrado por una unidad de soldados surcoreanos.
Poco se sabe sobre cómo Kim se ganaba la vida en Corea del Sur, pero una fuente con conocimiento de sus antecedentes le dijo a Reuters que le debía 20 millones de wones (cerca de 14.300 euros) a al menos un compañero desertor de Kaesong.
"Había expresado su deseo de convertirse en un profesor de seguridad, como hacen muchos otros desertores, pero nunca sucedió, en parte debido a la pandemia", dijo la misma fuente.
El 24 de julio, las autoridades norcoreanas lo encontraron en Kaesong y, según informaron entonces, mostraba síntomas de Covid-19. El líder norcoreano Kim Jong Un ordenó el cierre de la ciudad y declaró el estado de emergencia.
Los funcionarios de salud de Corea del Sur niegan que Kim estuviera infectado con el coronavirus antes de abandonar el Sur, y señalan que al menos dos personas que estuvieron en contacto cercano con él dieron negativo.
"La persona no está registrada como paciente de Covid-19 ni está clasificada como una persona que tuviese contacto con pacientes del virus", ha afirmado este lunes Yoon Tae Ho, un alto cargo del Ministerio de Sanidad de Corea del Sur, en una comparecencia ante la prensa surcoreana.
El hecho de que el joven consiguiera burlar la vigilancia y cruzar la frontera ha provocado polémica en Seúl que ya ha anunciado una investigación de los hechos.