Este lunes las ciudades de Birmania vuelven a ser escenario de protestas en contra del golpe de estado, tras la convocatoria de una huelga general. Durante todo el fin de semana, se han visto manifestaciones multitudinarias por todo el país.
Las manifestaciones empezaron a cobrar fuerza el sábado, en una de las principales ciudades del país, Rangún, antes de extenderse a otras ciudades el domingo -Hpakant, Naipyidó, Mandalay, Magwe, Bagan, Myawaddy, entre otras-, según informa The Irrawaddy.
En Rangún, el epicentro de la oposición, las protestas se han centrado alrededor de la universidad, en las que se podía leer carteles con mensajes como "¡Liberen a Suu Kyi (la líder depuesta del país) y al presidente Win Myint!"; o "¡Abajo la dictadura militar!".
Ya la semana pasada, funcionarios, enfermeras, ingenieros, profesores y empleados de la televisión estatal se organizaron en un movimiento de desobediencia civil, organizando paros o protestas en sus lugares de trabajo.
El pasado lunes los militares tomaron el poder del país tras la detención de los principales líderes políticos de la LND, el partido que ganó las elecciones de noviembre, horas antes de la sesión del Parlamento en la que se tenían que asumir los nuevos cargos de los representantes electos. Entre los detenidos, el Ejército arrestó a la líder del país, Aung San Suu Kyi.
Frente a las recientes protestas y a la historia reciente de represión de las manifestaciones --en 1988 y en 2007--, existe temor en el país de que el Ejército empiece a reprimirlas brutalmente. De momento, la Policía antidisturbios se ha desplegado cerca de las zonas donde se concentran las protestas.