Birmania (Myanmar) pasó casi toda la noche del domingo al lunes sin señal de internet tras el corte de la junta militar, horas después del despliegue de tanques en el centro de Rangún, mientras el movimiento de desobediencia civil sigue protestando en las calles.
Según el observatorio de internet NetBlocks, el tráfico de internet en Birmania cayó hasta el 14% de lo habitual desde la una de la madrugada del lunes, en el tercer bloqueo de las comunicaciones desde el golpe de Estado perpetrado por la junta militar el pasado 1 de febrero.
La represión en las calles y el despliegue de tanques en varias zonas de Rangún provocó que un grupo de embajadas, incluidas la de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y otros 12 países, publicaran un comunicado en la noche del domingo en el que condenan de forma "inequívoca" la detención de líderes políticos, activistas y funcionarios, así como el acoso a periodistas.
"Llamamos a las fuerzas de seguridad a abstenerse de usar la violencia contra los manifestantes y civiles, que están protestando contra el derrocamiento de un gobierno legítimo", reza el comunicado.
"Apoyamos al pueblo de Birmania en su búsqueda de la democracia, libertad, paz y prosperidad. El mundo está mirando", advirtieron.
400 detenciones
Algunas cancillerías, como la de Estados Unidos y España, ya avisaron horas antes a sus ciudadanos de que permanecieran en sus domicilios ante "los indicios de movimientos militares en Rangún".
El aumento de la represión, con al menos 400 detenciones hasta el domingo según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), no ha logrado silenciar las movilizaciones y paros en buena parte del país contra la toma del poder de los uniformados.
Según vídeos difundidos en las redes sociales, a pesar del despliegue de tanques cientos de personas salieron este lunes a las calles con pancartas y corearon gritos de protesta contra la toma del poder de los uniformados.
La junta militar, encabezada por Min Aung Hlaing, justifica la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre en los que la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Suu Kyi, arrasó, como ya hizo en 2015.