La cadena BBC informó este miércoles de que uno de sus corresponsales en China, John Sudworth, se ha trasladado a Taiwán tras recibir amenazas por parte de las autoridades chinas.
Sudworth, que ha cubierto el tratamiento de la etnia uigur en la región autónoma de Xinjiang, ha abandonado Pekín con su familia, según la corporación pública británica, que ha destacado la labor del periodista y ha recalcado que lo mantiene como su corresponsal en China.
China ya ha criticado a algunos medios occidentales, entre ellos la BBC, por la cobertura sobre la situación de los uigures de Xinjiang, en el extremo noroeste del país.
El corresponsal -cuya esposa, Yvonne Murray, es la corresponsal en China de la emisora irlandesa RTÉ- dijo que ha viajado a Taiwán ante las crecientes dificultades para trabajar en China y añadió que él y su familia fueron seguidos hasta el aeropuerto y al área de embarque por policías chinos de paisano.
Vigilancia y amenazas
De acuerdo con Sudworth, él y su equipo fueron sometidos a vigilancia, amenazas de medidas legales, obstrucción e intimidación cada vez que trataron de filmar.
"El trabajo de John ha expuesto las verdades que las autoridades chinas no han querido que el mundo supiera", señaló la BBC.
Según la emisora, un artículo del periódico estatal Global Times ha acusado a Sudworth de "esconderse" en Taiwán tras sus coberturas "parciales" sobre Xinjiang y el origen de la pandemia de la covid.
El número de medios de comunicación internacionales que informan desde China se ha visto reducido en el último año después de que ese país expulsara a corresponsales del New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal, entre otros.
Además, los medios australianos retiraron a todos sus corresponsales de China el año pasado por temor a que fueran detenidos arbitrariamente.
Varios países han denunciado el trato a los uigures y otras minorías musulmanas en la provincia de Xinjiang.
Washington ha acusado a Pekín de haber llevado a cabo detenciones arbitrarias de civiles, esterilizaciones forzadas, torturas, trabajos forzosos y restricciones a las libertades religiosa, de expresión y de movimiento.