El primer ministro japonés, Fumio Kishida, esbozó la dirección de sus políticas, centradas en revitalizar la economía y el fortalecimiento de alianzas a nivel diplomático, tras la victoria de su partido en las elecciones generales.
El Partido Liberal Democrático (PLD) de Kishida logró 261 escaños de los 465 en juego en las elecciones a la Cámara Baja del domingo, que sumados a los 32 asientos cosechados por su socio de gobierno, el partido Komeito, les brinda 293 escaños que pese a no alcanzar la mayoría absoluta (310), es un cómodo margen para legislar.
Esta victoria electoral, unida al control que el bloque ostenta en la Cámara Alta, les facilitará la salida adelante de proyectos que en el ámbito económico se centrarán en revisar la estrategia nacional para que beneficie las subidas salariales o la protección de sectores industriales como los chips.
Kishida insistió, en una rueda de prensa celebrada en la jornada posterior a los comicios, en la adopción de "un nuevo capitalismo" que incentive las subidas salariales de los empleados para apoyar al consumo, lastrado por la pandemia, y que solvente las desigualdades sociales que la crisis sanitaria ha ampliado en el país.
"Haremos lo posible por incrementar los sueldos de los trabajadores, para que toda la gente se beneficie de los frutos del crecimiento económico", dijo el primer ministro japonés, que se espera que vuelva a ser investigo en el cargo por el parlamento la próxima semana.
Desde que fuera elegido como líder del PLD, Kishida ha hablado en varias ocasiones de sus planes para mejorar la distribución de la riqueza en el país, esbozando algunas propuestas para acometer subidas impositivas corporativas que causaron inquietud en el sector privado y caídas bursátiles en semanas recientes.
"Tenemos que reconstruir la economía, es ahí donde debemos poner más énfasis. Las finanzas son clave y, en este sentido, debemos mantener la confianza del mercado", dijo Kishida en un mensaje de tranquilidad que pareció llegar al mercado, donde la cómoda victoria del bloque gobernante propició una subida del 2,61%.
El líder japonés dijo que su Ejecutivo tiene previsto anunciar a mediados de mes un nuevo paquete de medidas para impulsar la economía y promover la digitalización, que se financiarán con un presupuesto complementario que se aprobará "lo antes posible".
También se refirió a las funciones de la recientemente creada sección gubernamental encargada de seguridad financiera nacional, y a su intención de proteger sectores considerados clave para el crecimiento, como el de los semiconductores o la inteligencia artificial.
Fortalecimiento de alianzas
En lo que respecta a política exterior, Kishida habló de fortalecer sus alianzas, aunque sin ofrecer más detalles.
El mandatario señaló como primer paso su partida en las próximas horas hacia el Reino Unido para asistir a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), su primer viaje oficial tras asumir el cargo a principios de octubre, y su intención de mantener encuentros bilaterales con líderes extranjeros.
Kishida también se refirió a la reforma constitucional del país, un tema espinoso que se erigió como uno de los ejes de la política del ex primer ministro Shinzo Abe, pero que quedó relegado a un segundo plano tras el nombramiento de Yoshihide Suga y la pandemia.
"Nuestro partido busca reformar la Constitución y haremos lo posible para promover un debate sobre ello", dijo el político conservador, que buscará que la población "conozca la visión" de la formación sobre la reforma que persiguen y que pasa por ampliar las competencias de las fuerzas armadas del país.
Es la primera vez que Kishida se refirió a este asunto tras su llegada a la jefatura de Gobierno.
La reforma de la Carta Magna requiere del apoyo de dos tercios del Parlamento para celebrar un referéndum, una mayoría absoluta que la coalición gobernante no ostenta actualmente.
No obstante, las elecciones generales del domingo han dado como resultado un nuevo panorama político en el país que le brindarían ese control si el PLD amplía alianzas, pese a haber perdido escaños en comparación con los comicios de 2017, donde el bloque sumó 305.
El también conservador Partido de la Innovación de Japón (Nippon Ishin no Kai) ha sido la formación más beneficiada en estos comicios, pasando de 11 a 41 escaños y convirtiéndose en la tercera fuera política nipona, tras el Partido Constitucional Democrático de Japón (PCDJ), que ha pasado de 109 a 96.
Preguntado a este respecto, Kishida señaló que dialogarán con la oposición si es necesario, pero insistió en la necesidad de "debatir lo suficiente en la Dieta (Parlamento)".