Al menos diecinueve personas murieron este viernes en un incendio en un edificio de Osaka, en el oeste de Japón, en un incidente que la Policía cree que habría sido provocado y que se habría originado en una clínica psiquiátrica del inmueble.
La voz de alarma saltó sobre las 10:20 hora local de este viernes (1:20 GMT), cuando los bomberos recibieron una llamada informando de un incendio en la cuarta planta de un céntrico edificio de la ciudad situado cerca de la estación de tren JR Kitashinchi. Más de 70 coches de bomberos se desplazaron al lugar y las llamas quedaron extintas en una media hora, según detalles del departamento de bomberos, tras calcinar unos 20 metros cuadrados de la clínica del edificio de ocho plantas, donde además de tratamientos psiquiátricos se ofrecían servicios de medicina interna.
El incendio ha causado al menos 19 muertes confirmadas. Los equipos de rescates hallaron a 27 personas con parada cardiorrespiratoria en la planta donde se originó el incendio, pero tres lograron ser reanimadas, según cifras recogidas por la cadena pública NHK. Por el momento no se ha confirmado la evolución del resto.
Además de estas personas, otra mujer que estaba en la sexta planta del inmueble en el momento del suceso resultó herida, según los datos publicados hasta ahora por las autoridades, que creen que el incendio fue provocado. Según detalles de sus pesquisas filtrados a la prensa local, varios testigos han relatado que vieron a un hombre de unos 60 años sosteniendo una bolsa de papel por la que se goteaba un líquido y han señalado que las llamas comenzaron en la misma zona donde se derramó el líquido en el suelo, según informó NHK.
La Policía se encuentra investigando si el hombre descrito por los testigos se encuentra entre las víctimas o los heridos. El incendio de hoy es el último de una serie de incidentes violentos acontecidos este año en Japón, un país que tiene uno de los menores índices de homicidios por habitante del mundo.
El pasado 8 de noviembre un varón de 69 años provocó un incendio en un coche de un tren de alta velocidad (shinkansen) que se encontraba en marcha al sur del país, un suceso que se saldó sin heridos. Días antes, el 31 de octubre, la noche de Halloween y cuando se celebraban elecciones generales en Japón, un joven de 24 años caracterizado como el personaje del Joker sembró el pánico tras perpetrar un ataque con cuchillo y prender fuego en el interior de un tren en Tokio, en el que resultaron heridas 17 personas.
El suceso de hoy también recordó a otros incidentes similares, el más reciente el incendio provocado en julio de 2019 en el estudio de animación Kyoto Animation, en Kioto, en el que murieron 36 personas porque el acceso a la azotea, al que muchos se dirigieron huyendo de las llamas, estaba cerrado o atrancada. Asimismo, en 2008 un fuego intencionado en un videoclub dejó 16 muertos también en Osaka.
La negligencia de las medidas antiincendios y de emergencia fue la responsable de la muerte de 44 personas en un incendio en un edificio comercial del barrio tokiota de Kabukicho en 2001, a raíz de una explosión de gas que puso en el foco la deficiencia del adecuado mantenimiento de las salidas de emergencia para estas situaciones.