Kim Jong-un ha fracasado. Al menos lo ha hecho su ambicioso plan para mantener libre de coronavirus al país, que después de dos años sin reportar ningún caso de infección por Covid-19 ahora se enfrenta a una grave crisis sanitaria. Pero ¿cómo ha llegado el virus a un territorio sellado a cal y canto?
Considerado el país más hermético del mundo, Corea del Norte llevó su aislamiento al extremo cuando a inicios de 2020 China anunció la existencia de una enfermedad respiratoria por entonces desconocida. Fue uno de los primeros en bloquear las fronteras con su vecina y en ordenar un confinamiento estricto. Tan estricto que, hasta hace poco, las autoridades tenían la orden de “disparar a matar” a cualquiera que intentase entrar.
Una rígida estrategia anticovid que parece haber funcionado… hasta ahora. La semana pasada, el Gobierno norcoreano anunció el primer brote por la variante ómicron y, hoy por hoy, ha reconocido un millón y medio de positivos y al menos 56 muertos a través de la agencia estatal de noticias KCNA. Unas cifras que, dado la opacidad y el control informativo que caracteriza el régimen de Kim Jong-un, podrían no reflejar el alcance real de una crisis que, en palabras del dictador, “es un gran desastre”.
Y aunque Kim ya ha señalado a los culpables de la crisis -los encargados del sistema de cuarentena, a quienes ha calificado de "descuidados", "incompetentes" e "irresponsables"-, lo cierto es que el empeño del dictador por demostrar su capacidad militar también tendría algo que ver con la avalancha de contagios a la que se enfrenta el país.
En concreto, según afirma Cheong Seong-chang, director del Centro de Estudios de Corea del Norte en el Instituto Seong, al medio especializado NK News, el desfile militar celebrado el pasado 25 de abril con motivo del 90 aniversario de las Fuerzas Armadas norcoreanas podría haber sido el detonante. “Corea del Norte estaba demasiado convencida de sus capacidades de aislamiento”, resume el experto, que recuerda que en esas mismas fechas China se enfrentaba a cifras históricas de contagios por la variante ómicron.
Coinciden con él analistas como Go Myong-hyun, investigador del Instituto Asan de Estudios Políticos surcoreano, que en declaraciones a la BBC ha sugerido que esa celebración, junto a la del 110º aniversario del nacimiento de Kim Il-sung el 15 de abril, podrían haber sido “eventos de propagación masiva”. Y es que durante el desfile donde Kim Jong exhibió los potentes misiles con los que amenaza a sus “enemigos” participaron unos 20.000 efectivos, sin contar a los cientos de miles de ciudadanos convocados.
Principales hipótesis sobre el origen del brote
Las multitudes concentradas en Pyongyang durante el mes de abril no explican cómo el virus logró entrar en un país donde cualquier producto que proceda es desinfectado a conciencia, según los medios locales. Hipótesis sobre el origen del brote no faltan. Las más sólidas apuntan a la ligera apertura de las fronteras comerciales con China en enero de este año.
En concreto, se reanudó el tráfico de mercancías entre ambas potencias en un intento desesperado de Corea del Norte de evitar que su país se fuese a la ruina. Ya que desde el cierre, los ciudadanos han sufrido una fuerte crisis económica y alimentaria.
También se barajan otras alternativas, como que un animal portador del virus haya cruzado la frontera y contagiado a un humano o que lo haya hecho un contrabandista, cruzando la frontera de 1.416 kilómetros que la une con China.
Sea cual sea el origen de la infección, lo cierto es que la gestión que Kim Jong-un está haciendo de la crisis tampoco está ayudando. Más concentrado en exhibir músculo militar y aumentar sus pruebas de lanzamiento de misiles balísticos (van 16 ensayos en lo que va de año), el líder norcoreano ha movilizado al ejército para repartir medicinas.
Sin embargo, ha rehusado aceptar vacunas de Corea del Sur en numerosas ocasiones, lo que lo convierte, según la Organización Mundial de la Salud, en el único país del mundo, junto con Eritrea, que no ha reportado ni una sola inoculación desde que empezó la pandemia.