El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha estado "gravemente enfermo" durante la crisis de la Covid-19 en su país, cuyo primer caso fue declarado el 12 de mayo. Este miércoles, el tirano felicitó a científicos y sanitarios en un acto público en Pyongyang en el que aseguró que la pandemia ha sido derrotada: sin positivos desde el 29 de julio y cero casos activos.
Fue su hermana, Kim Yo-jong, quien reveló que el líder tuvo "fiebre alta", pero aseguró que ni en el peor de los momentos descansó preocupado por "la guerra antiepidémica".
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En el acto, Kim declaró una "brillante victoria" sobre el virus y calificó como "un milagro sin precedentes en la historia mundial de la salud" la tarea de sus funcionarios. Según los datos oficiales han muerto 74 personas.
"La victoria obtenida -proclamó el líder- es un hecho histórico que una vez más ha mostrado al mundo la grandeza de nuestro estado, la tenacidad indomable de nuestro pueblo y las hermosas costumbres nacionales de las que estamos orgullosos", relata la agencia estatal de noticias KCNA.
"Represalias mortales"
Tras esto, Kim ordenó levantar las estrictas restricciones para contener la propagación del virus y se comprometió a emprender "represalias mortales" contra Corea del Sur, a la que culpó de haber causado el brote.
Desertores y activistas envían globos desde el Sur con folletos contra el régimen del Norte, en ocasiones también con alimentos, medicinas o dinero. Para el Norte, en ellos llegó el virus.
El Ministerio de Unificación de Corea del Sur lamenta las manifestaciones "sin fundamento" y los comentarios "groseros y amenazantes" del Norte.
En mayo, cuando se hizo público el primer caso, Kim no señaló al Sur sino a los "responsables del sistema de cuarentena" por su "incompetencia, descuido, laxitud e irresponsabilidad".
Sin vacunas ni respiradores
Kim se dirigió este miércoles a funcionarios, todos ellos ya sin mascarilla. Las imágenes de la televisión estatal muestra a algunos de ellos secándose las lágrimas mientras Kim Yo-jong contaba que su hermano padeció la Covid.
Analistas consultados por la agencia Reuters consideran que Kim Jong-un se ha servido de la pandemia para endurecer los controles sociales, fomentar la unidad y reforzar el señalamiento al enemigo y que su declaración de este miércoles puede ser el preludio de la reapertura del comercio, obstaculizado por cierres fronterizos.
Los expertos temen también que Kim haya despejado el camino para que Corea del Norte pruebe un arma nuclear por primera vez desde 2017.
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Las restricciones del régimen de Kim para vencer a la pandemia han sido extremas, reforzando y rearmando en los puntos de entrada al país -disparando a todo al que se acercara a suelo norcoreano sin permiso- o desinfectando minuciosamente las importaciones.
Cuando la Covid llegó a Corea del Norte, el país no tenía vacunas ni plan de vacunación y junto con Eritrea era el único del mundo que no había reportado una sola inoculación, rechazando envíos de AstraZeneca y Sinovac. Tampoco tenía respiradores suficientes.