El primer ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, ha entonado el mea culpa colectivo al considerar que el aplastamiento que se produjo el sábado por la noche en Seúl, durante la fiesta de Halloween, fue "un terrible accidente que no debió ocurrir".
Así lo ha manifestado durante el funeral por las víctimas celebrado este martes, en medio del clamor popular y la ira.
No ha sido el único que ha hablado de fallos de seguridad y de una respuesta inadecuada. El jefe de la Policía del país, Yoon Hee-keun, señaló que la respuesta cuando tuvieron conocimiento de la avalancha humana fue "inadecuada". "Consideramos que la respuesta a las llamadas de emergencia fue inadecuada", ha insistido.
Además, ha reconocido que recibieron una gran cantidad de llamadas antes de que se produjera la tragedia y que no fueron capaces de reaccionar de la mejor manera para evitar una tragedia que ha acabado con la vida de 155 jóvenes.
Han Duck-soo ha dado el pésame a las familias de los fallecidos y ha reconocido que las instituciones fallaron a la hora de controlar a la multitud y evitar el desastre. Además, ha señalado que el Gobierno coreano trabajará con todos los ministerios, agencias e instituciones médicas para garantizar que este tipo de problemas durante eventos masivos no vuelvan a producirse.
Yoon ha anunciado que se llevará a cabo una investigación independiente para investigar lo ocurrido: "Revisaremos minuciosamente los hechos para ver si tomamos las medidas adecuadas cuando recibamos llamadas de emergencia informando del peligro por adelantado".
El gobernante Partido del Poder Popular (PPP) afirma que buscará una revisión de la ley de seguridad y gestión de desastres en Corea del Sur.
El fallecimiento este martes de una mujer de 24 años ha elevado la cifra de muertos a 155, mientras que aún se teme por la vida de otras 30 personas y hay otras 122 con heridas leves, informó el Mando de Desastres y Contramedidas de Emergencia. La mayoría de las víctimas, 100, son mujeres, en su mayoría entre los 20 y los 30 años.
El parlamentario del PPP Sung Il-jong señaló, en declaraciones que recoge la agencia Yonhap, que su partido revisará la ley para "fortalecer la gestión de la seguridad en eventos sin organizadores".
Las palabras de Sung llegan un día después de que el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, pidiera concebir un sistema para garantizar el control de las multitudes en eventos que no tengan un organismo o entidad detrás.
Halloween no es un acto organizado por un cuerpo concreto, como lo puede ser un festival, un concierto, un evento deportivo o una manifestación, y por ello la ley en Corea del Sur no hace obligatorio establecer un plan de medidas de seguridad o establecer protocolos entre los gobiernos con competencias y los cuerpos de seguridad.
La avalancha humana, que se produjo en un estrecho callejón de una concurrida zona de bares del barrio de Itaewon cuando decenas de miles de personas celebraban Halloween el sábado, es la peor tragedia que ha golpeado a Corea del Sur desde el hundimiento en 2014 del ferri Sewol, en el que perdieron la vida 304 personas, la mayoría de ellos estudiantes de secundaria.