Corea del Norte ha lanzado más de diez misiles de diverso tipo en las últimas horas y uno de ellos por primera vez ha caído en aguas de Corea del Sur, apenas a 57 kilómetros de la costa, según Seúl, que ha respondido con tres misiles aire-tierra a aguas norcoreanas.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano ha concretado que aviones de combate F-15 y F-16 dispararon estos misiles de precisión "hacia mar abierto" para "dar respuesta a la provocación" de Pionyang. Esto tampoco había ocurrido antes.
Estos días, Corea del Sur y Estados Unidos celebran sus mayores maniobras aéreas en cinco años, movilizando 240 aviones. Este martes, el régimen de Kim Jong-un avisó de que tomaría represalias "poderosas" al considerar estos ejercicios una provocación.
Lo ocurrido en las últimas horas eleva la tensión, ya en niveles extremadamente peligrosos. Los aliados entrenan mientras Kim, que lleva semanas lanzando misiles, estaría valorando llevar a cabo la primera prueba nuclear en cinco años.
"El mundo contiene la respiración"
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) maneja que "hay cada vez más indicios" de que Corea del Norte se está preparando para realizar esta prueba nuclear. "Todo el mundo está conteniendo la respiración", afirma su director, Rafael Grossi.
China es la mayor preocupación para Washington -con Taiwán como derivada-, pero no la única en territorio asiático. El Pentágono teme la volatilidad de Kim, ajeno a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que impiden la proliferación de armas atómicas.
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Es por ello que Washington inició junto a Seúl la operación 'Vigilant Storm', uno de los mayores simulacros aéreos militares combinados y en el que se simulan ataques las 24 horas del día hasta el fin de la operación.
Pero la disuasión no ha funcionado. Es más, la escalada continúa. Kim quiere mostrar a su población que no teme nada ni a nadie. El de este miércoles es su trigésimosexto lanzamiento solo en 2022, cifra récord.