Fang Bin, empresario y periodista de China, fue condenado en 2020 por "provocar problemas" al destapar el impacto de la Covid-19 en Wuhan y transmitir a través de las redes sociales la fila de cadáveres que dejaba a su paso el virus, desconocido por aquel entonces. Hasta 2021 no se supo de su ingreso en prisión. Bin fue liberado el pasado 30 de abril, tres años después, según informan varios medios.
La censura de Internet es una regla estricta de la República Popular China para controlar la política y también a la población. Pese a que Xi Jinping y el Partido Comunista de China aseguran que no condiciona el derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos, esta acción ha supuesto un revés para aquellos que intentaron informar sobre una realidad que afectaría directamente al gobierno chino. Y eso le pasó a Fang Bin.
Fang Bin es considerado el "periodista ciudadano" de China. En 2020, el Covid se empezó a extender sin límites y a golpear fuertemente al país asiático y, primeramente, a Wuhan.
Bin empezó a denunciarlo en YouTube y en otras plataformas digitales: subía vídeos de los hospitales más importantes de la ciudad y grabó el descontrol en ellos. Pacientes afectados por el virus, salas colapsadas y lo más impactante: subió varias imágenes de acumulación de cadáveres en un coche de funeraria.
YouTube es uno de los medios prohibidos en China, sin embargo, Bin creó un grupo en WeChat, un WhatsApp chino, para narrar lo que sucedía. Sus vídeos se extendieron, al igual que el virus, y llegaron incluso al millón de visualizaciones.
"Cuando la ciudad estuvo en cuarentena, me di cuenta de que algo andaba mal. Cuando fui al hospital, estaba lleno. Comprendí entonces que Wuhan era el centro de la epidemia y que los hospitales eran el corazón de este centro. Aquí es donde National TV, Hubei TV y Wuhan TV deberían entrevistar a las personas. Pero nadie fue allí. Me dije a mí mismo que si no quieren ir allí, iré y filmaré lo que está sucediendo", aseguró a France24.
Sin embargo, filmar ese tipo de contenidos está prohibido en China. En febrero de 2020, Bin fue detenido y tres horas después fue puesto en libertad. Él grabó los momentos antes de su detención. La activista Jennifer Zeng compartió sus vídeos en Twitter como muestra de apoyo.
Después de aquello, Bin desapareció. Hasta 2021 no se descubrió la verdad: fue condenado a tres años de prisión. Este domingo, 30 de abril, tres años después de lo sucedido, ha sido liberado. Según la BBC, se encuentra en su casa de Wuhan, aunque Zeng asegura en Twitter que se ha quedado "sin hogar y ahora deambula por las calles tras salir de la cárcel".
Otros silenciados como Fang Bin
En febrero de 2020, otros ciudadanos denunciantes de la Covid como Bin fueron arrestados y después desaparecieron en Wuhan. Uno de ellos fue el abogado Chen Qiushi. Poco antes de su desaparición y arresto, subió un video denunciando la manipulación de información del gobierno chino y aseguró: "¡No tengo miedo de morir! ¿Crees que tengo miedo de tu partido comunista?". Chen reapareció en 2021.
Zhang Zhan, de 39 años, fue otra víctima: la periodista y exabogada fue condenada en diciembre de 2020 a cuatro años de prisión por "provocar peleas y problemas" por informar sobre la pandemia. En 2021 fue hospitalizada por desnutrición debido a la huelga de hambre que realizaba al luchar por sus derechos. Fue la primera periodista conocida condenada por documentar la pandemia en China. El gobierno de Estados Unidos y la ONU instaron a China de su liberación inmediata de la cárcel.
Otro fue Li Zehua, conocido como Kcriss Li, es un periodista que intentó localizar a Qiushi, saber qué le pasó e informar del virus. También desapareció poco después en Wuhan. En enero de 2023 volvió a las pantallas en una entrevista con Radio Free Asia en Nueva York. "El miedo, la amenaza de existir bajo la amenaza del totalitarismo fue lo que más sentí en Wuhan en ese entonces. Hemos estado oprimidos por la falta de libertad durante mucho tiempo en China", confesó al medio.