El volcán indonesio Anak Krakatoa (en español, Hijo del Krakatoa), que en diciembre de 2018 provocó un tsunami que dejó más de 400 muertos, entró en erupción este viernes y lanzó nubes de humo y ceniza a unos 3000 metros de altura, tal y como informaron las autoridades.
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Riesgos Geológicos indonesio indicó en su página web que el volcán, en un nivel de actividad 3 (sobre un máximo de 4), registró a las 8:46 hora local una erupción de 56 segundos de duración.
El estallido fue precedido por otro, alrededor de una hora antes, de menor intensidad que envió humo y ceniza a 957 metros de altura con una duración superior a los 13 minutos, mientras que el jueves -en dos ocasiones- y el martes también registró pequeñas erupciones.
A raíz del aumento en la actividad del volcán, situado en el estrecho que separa las islas de Sumatra y Java y cuya cumbre se alza a 157 metros por encima del nivel del mar, las autoridades mantienen un ratio de seguridad de cinco kilómetros.
Peligroso precedente
El 22 de diciembre de 2018, una fuerte erupción nocturna del volcán provocó el derrumbe parcial del cono de la montaña, lo que a su vez causó un tsunami que sorprendió a cientos de personas que pasaban las vacaciones de Navidad en las costas de Java y Sumatra. Más de 400 personas murieron y unas 14.000 resultaron heridas, según las cifras oficiales.
Descubierto en 1927, el Anak Krakatoa emergió de las aguas más de medio siglo después de la gran erupción del legendario Krakatoa, cuya caldera quedó derruida en 1883 tras una serie de masivas explosiones que costaron la vida a más de 36.000 personas y cuyos efectos se sintieron alrededor del mundo durante meses.
Indonesia se asienta sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.