"Muy sinceras, profundas y constructivas". Así ha descrito el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, la conversación que ha mantenido este lunes con el presidente de China, Xi Jinping, en Pekín. Una manera de decir que el intercambio de palabras ha sido descafeinado, pero que ha dejado la sensación de que ambas potencias, inmersas desde hace meses en una espiral de crecientes tensiones, no van a enzarzarse en un conflicto directo.
Ese era precisamente el objetivo del encuentro: estabilizar la rivalidad entre los dos países y restablecer los vínculos diplomáticos dañados desde hace años. Durante la reunión, que ha durado apenas 30 minutos, que no estaba en la agenda oficial y que se ha celebrado en el Gran Salón del Pueblo (un enorme edificio situado al lado de la Plaza Tiananmen), Xi ha elogiado que se hayan logrado avances en algunos temas y ha recordado que "las interacciones entre Estados deben basarse siempre en el respeto mutuo y la sinceridad".
En esta línea, el líder chino ha solicitado a Estados Unidos que colabore en revertir el "deterioro" de sus relaciones con China así como en la promoción "del retorno a una senda saludable y estable". Es, al parecer, la misma petición que horas antes hizo el jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Yi, durante su encuentro con Blinken.
No obstante, a pesar de esas buenas intencines, el funcionario chino ha dejado claro la postura de su Gobierno sobre uno de los temas delicados: Taiwán. "No podemos hacer concesiones en la cuestión de Taiwán", ha recordado antes de pedir a Estados Unidos que no apoye, bajo ningún concepto, su independencia.
Además, el que es también máximo jefe de la diplomacia china, ha señalado que "proteger la unidad nacional es siempre el núcleo de los intereses esenciales de China y de la misión histórica del PCCh", según recoge la agencia Efe.
Mejorar las relaciones
Asimismo, Wang explicó que "la causa fundamental de declive de las relaciones entre China y EEUU es que la parte estadounidense tiene una percepción errónea de China, lo que conduce a una política equivocada" y recomendó que el país norteamericano "reflexione profundamente" y trabaje con Pekín para "gestionar las diferencias y evitar accidentes estratégicos".
En opinión del jefe de la diplomacia china, "es imperativo que el consenso entre los dos jefes de Estado se ponga realmente en práctica" para evitar que las relaciones "sigan deteriorándose", en referencia a la reunión que mantuvieron el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, en Indonesia en noviembre del año pasado.
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"Debemos ser responsables ante el pueblo, ante la historia y ante el mundo, invertir la tendencia de deterioro de las relaciones entre China y EEUU y promover el retorno a una senda saludable y estable", aseveró Wang.
Con todo, Blinken ha considerado su visita a China de "un paso positivo" en relación al objetivo de gestionar "de forma responsable" la relación bilateral, aunque "ni mucho menos" ha solucionado de golpe los problemas y desacuerdos entre las dos potencias. "Estaba claro que la relación se encontraba en un punto de inestabilidad y ambas partes reconocíamos que había que estabilizarla", señaló el jefe de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa en Pekín al término de su viaje.
Blinken confió en que, en adelante, exista mejor comunicación entre Pekín y Washington: "Esto no va a solucionar de golpe todos los problemas o desacuerdos que existen entre nosotros, pero ambos coincidimos en que es crítico gestionar la relación con responsabilidad", afirmó. Se espera que, en el mejor de los casos, Xi y el presidente estadounidense, Joe Biden, se reúnan antes de final de año.
Retirada de sanciones
El veterano funcionario exhortó a Blinken a que Estados Unidos "no especule con la llamada 'amenaza china'" y a que no trate de "contener el avance científico" del país asiático, para lo cual solicitó la retirada de las "sanciones unilaterales ilegales" que Washington ha aplicado en los últimos tiempos contra empresas e individuos chinos.
Por su parte, Blinken indicó que Washington está dispuesto "a volver a la agenda establecida por los dos jefes de Estado en su reunión en Indonesia" y que espera "reforzar la comunicación", "gestionar las diferencias de forma responsable" y "cooperar en áreas de interés mutuo".
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Visita de mayor rango
El viaje de Blinken comenzó este domingo con seis horas de reunión con el titular de Exteriores, Qin Gang, con quien posteriormente compartió una cena de trabajo.
En ese encuentro, Qin advirtió al representante estadounidense de que las relaciones bilaterales "se encuentran en su punto más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas" y formuló "claras exigencias sobre los intereses esenciales y las principales preocupaciones de China, incluida la cuestión de Taiwán".
Mientras, Blinken invitó a su homólogo a visitar Estados Unidos, país en el que Qin fue embajador antes de ser ascendido a canciller a finales de 2022, y enfatizó "la importancia de la diplomacia y de mantener canales de comunicación abiertos en todos los ámbitos para reducir el riesgo de errores de cálculo", señaló el portavoz de la diplomacia estadounidense, Matthew Miller.
La visita de Blinken supone la de mayor rango de un funcionario estadounidense a China desde que el presidente del país norteamericano, Joe Biden, comenzó su mandato en 2021, un período en el que las relaciones bilaterales se han seguido deteriorando debido a tensiones comerciales, geopolíticas y económicas.