Al menos 118 personas murieron y más de 200 resultaron heridas tras un terremoto de magnitud 6,2 ocurrido este lunes en la provincia china de Gansu (noroeste), informaron medios oficiales.
El sismo se registró a las 11.59 del lunes (15.59 GMT) y tuvo su epicentro en la frontera entre las provincias de Gansu y Qinghai, a 10 kilómetros de profundidad, según el Centro de Redes Sismólógicas de China.
El Consejo de Estado (Ejecutivo chino) y el Ministerio de Gestión de Emergencias decretaron una respuesta de nivel II al siniestro, que afectó especialmente al condado de Jishisan, en Gansu, y la ciudad de Haidong, en la vecina Qinghai, informó la agencia oficial Xinhua.
El mayor número de fallecidos se registró en Gansu, donde perdió la vida al menos un centenar de personas, a las que se suman otras 13 en la provincia de Qinghai. Además, hay más de 200 heridos y decenas de desaperecidos.
Al lugar del terremoto se han desplazado numerosos equipos de emergencias y rescate, mientras las autoridades ya han comenzado a evaluar los daños en infraestructuras y viviendas, aunque todavía no se ha difundido una valoración oficial.
El Gobierno ha enviado a la zona a 1.440 bomberos para apoyar en la respuesta al desastre, y otros 1.603 pertenecientes a la región afectada y provincias vecinas se encuentran movilizados para desplazarse si resultara necesario, recoge el diario China Daily.
De acuerdo a medios locales, han resultado dañados los servicios de suministro de agua, electricidad, comunicaciones y transporte.
Por el momento también permanecen suspendidos en la zona afectada los servicios ferroviarios de pasajeros y transporte de carga.
El presidente chino, Xi Jinping, ha instado a no escatimar esfuerzos en las tareas de búsqueda y rescate, así como en la atención a los damnificados. El Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Gestión de Emergencias de China han asignado más de 25 millones de euros en fondos de ayudas para este terremoto.