En un año en el que casi la mitad de la población mundial tendrá que acudir a las urnas, seguramente no haya ningún comicio que tenga una mayor repercusión mundial que las elecciones presidenciales que se celebrarán en Estados Unidos en noviembre. Después de las acusaciones de injerencia externa de Rusia en las elecciones 2016, estos nuevos comicios vuelven a ser objetivo de potencias extranjeras, aunque en esta ocasión con un origen diferente.
Según varios investigadores y funcionarios gubernamentales de EEUU, Beijing está emulando a Moscú, tratando de influir en las elecciones y desestabilizar el país. Una investigación de la analista Elise Thomas, del Institute for Strategic Dialogue, publicado a principios de abril señaló que varias cuentas chinas encubiertas están haciéndose pasar por partidarios de Trump, promoviendo narrativas anti-Biden, antiliberales y anti-woke, “retomando cuestiones de guerra cultural y la indignación del día en los espacios de información de derecha de Estados Unidos”.
El origen de estas cuentas, indica Thomas, estaría en una campaña denominada ‘Spamouflage’ y que se sospecha que dirige el Partido Comunista de China (PCCh). En abril de 2023, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a 40 empleados del Grupo de Trabajo de Proyectos Especiales 912 del Ministerio de Seguridad Pública chino por estar detrás de una campaña de influencia que, según los detalles de la acusación, parecía muy probable que fuera Spamouflage.
Las agencias de inteligencia de EEUU llevan tiempo advirtiendo de que gobiernos extranjeros podrían utilizar las redes sociales para influir en el resultado de las elecciones estadounidenses. Después de las elecciones de 2016, varias investigaciones indicaron que Rusia llevó a cabo una campaña de influencia diseñada para beneficiar al entonces candidato presidencial Donald Trump. Cuatro años después, los servicios de inteligencia afirmaron que Rusia, China e Irán trataron de interferir en las elecciones de 2020.
Tradicionalmente, China ha jugado un papel más pasivo que Rusia a la hora de influir en las elecciones estadounidenses, sin embargo, una evaluación de inteligencia de EEUU desclasificada en diciembre señala que, desde 2020, altos funcionarios chinos han emitido directivas a los agentes chinos para “intensificar los esfuerzos para influir en la política de EEUU y la opinión pública a favor de China”.
En otro informe publicado este pasado mes de febrero, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI por sus siglas en inglés) aseguró que era posible que China intente “influir en algún grado en las elecciones estadounidenses de 2024 debido a su deseo de marginar a los críticos con China y magnificar las divisiones sociales en Estados Unidos”. Según este organismo, los actores de la República Popular China han aumentado sus capacidades para llevar a cabo operaciones encubiertas para tratar de influir en el país norteamericano y difundir desinformación.
Cuentas pro Trump y MAGA chinas
En su investigación, Thomas llegó a encontrar hasta cuatro cuentas vinculadas a Spamouflage que se hacen pasar de una manera bastante convincente por partidarios de Donald Trump y del movimiento MAGA (Make America Great Again), y una quinta cuenta que se hace pasar por griega, aunque participa activamente en temas políticos estadounidenses.
Según la investigadora, estas cuentas estarían construyendo audiencias pro-Trump, incluso interactuando con seguidores reales de la comunidad MAGA, en los que los usuarios de las redes sociales acuerdan seguirse unos a otros y así aumentar el número de seguidores de los demás. Estas mismas cuentas de origen chino también han publicado mensajes pidiendo más seguidores y recibiendo cientos de 'me gusta'.
Una de esas cuentas, indica Thomas, comenzó como una cuenta estándar de Spamouflage en X, antes Twitter, y se dedicaba principalmente a “impulsar cuentas oficiales del PCCh y narrativas pro-PCCh, como difamar a los manifestantes prodemocracia de Hong Kong en mandarín”. Sin embargo, en abril de 2022, pasó a estar inactiva y cuando retomó su actividad en mayo de 2023, comenzó a publicar contenido en inglés y compartía consignas pro Trump. En la actualidad, esta cuenta, @WubbaLubbaDub18, tiene más de 12.000 seguidores.
Otra cuenta, @ktwsports, que fue determinado por la investigadora como de la red Spamouflage, comparte mensajes que insinúa que diferentes políticos, en particular Joe Biden, son pedófilos y estarían vinculados a Jeffrey Epstein. Identificado como un hombre de 43 años de California, la foto de perfil de esta cuenta sería robada de un blog de un hombre danés que no parece tener ninguna posición favorable a Donald Trump.
[Xi avisa a Biden: "No permitiremos que EEUU suprima nuestro derecho al desarrollo"]
Xi promete no interferir
En su reunión de noviembre en California, el presidente chino Xi Jinping afirmó a su homólogo estadounidense que China no interferiría en las elecciones presidenciales estadounidenses en 2024. Esta misma garantía fue reiterada por el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, al asesor de seguridad estadounidense, Jake Sullivan, en Bangkok en enero, según pudo saber CNN.
"La posición de China ha sido coherente y clara: siempre nos adherimos al principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países. Las elecciones generales de EEUU son asuntos internos de EEUU y quien se convierta en el próximo presidente depende del pueblo estadounidense. China no interfiere en las elecciones estadounidenses. Nos oponemos a convertir a China en un asunto basado en la política electoral", señaló en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
No obstante, aunque China se abstenga de interferir en las elecciones de 2024, muchas son las voces que advierten que los piratas informáticos de Beijing siguen siendo una fuerza importante, con presencia en infraestructuras clave de Estados Unidos. Respecto a la interferencia, teniendo las cuentas analizadas, Thomas considera que a pesar de su evolución, es importante “no exagerar su escala o impacto en esta fase”, pero son “avances notables que será importante vigilar”.