El Ejército surcoreano retomó sus ejercicios de artillería junto a la frontera terrestre con Corea del Norte por primera vez en seis años, a raíz de que Seúl decidiera suspender un acuerdo de 2018 para reducir la tensión militar junto a la divisora.

Los ejercicios se llevaron a cabo en campos de tiro situados en las provincias de Gyeonggi y Gangwon junto a la Zona Desmilitarizada (DMZ) que separa ambos países, que técnicamente siguen en guerra puesto que el conflicto que los enfrentó entre 1950 y 1953 se cerró con un alto el fuego en vez de un tratado de paz.

Los "ejercicios de artillería y los entrenamientos de unidades de maniobra en zonas fronterizas se realizarán de manera regular de ahora en adelante", según explicó el Ejército de Tierra surcoreano en un comunicado.

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Estas maniobras se han retomado después de que el pasado 4 de junio Corea del Sur decidiera suspender el tratado que firmó con el Norte en 2018 en respuesta a los recientes envíos de globos con basura y los intentos por interferir en el sistema GPS del régimen de Pionyang.

Gracias al tratado los ejercicios navales y de artillería y las maniobras sobre el terreno a nivel de regimiento quedaban prohibidas en un radio determinado en torno a la frontera terrestre y marítima establecidas en la zona e incluso se designaron zonas de exclusión aérea en torno a las mismas áreas.

A raíz de la suspensión del mencionado acuerdo, la semana pasada el Cuerpo de Marines surcoreano retomó por primera vez en siete años sus maniobras con fuego real junto a la tensa frontera marítima intercoreana en el mar Amarillo (llamado mar del Oeste en ambas Coreas).

En el último lustro las relaciones entre las dos Coreas han empeorado gradualmente, con Pionyang dando la espalda a nuevas propuestas de diálogo.

A principios de este año el líder Kim Jong-un declaró al Sur (al que ahora llama por su nombre oficial) como "principal enemigo" y propuso incluir esto en la Constitución para desechar así el ideal de reunificación pacífica.