El Tribunal Supremo de Bangladesh tumbó este domingo el polémico sistema de cuotas de empleo de funcionarios que ha desatado durante una semana multitudinarias protestas estudiantiles y una ola de violencia con más de un centenar de muertos.

En una audiencia especial celebrada de manera urgente, debido a la violencia desatada en las calles, el Tribunal Supremo decidió anular la decisión del Tribunal Superior de Daca emitida el mes pasado, que permitía al Gobierno otorgar un tercio de los puestos de trabajo a los descendientes de los combatientes de la guerra de liberación bangladesí (1971), informaron varios canales de televisión en el país.

El rescate del antiguo sistema de cuotas ha puesto en jaque al Gobierno de la hasta ahora intocable primera ministra, Sheik Hasina. Los críticos de esta medida, con las organizaciones de estudiantes a la cabeza, la consdieran un acto de discriminación. 

La División de Apelaciones del Gobierno, para apaciguar los ánimos, pidió al Supremo que decidiera este domingo sobre la suspensión definitiva de un sistema cuyo retorno fue decidido por el propio tribunal.

Ahora, y según informa la filial bangladeshí de la cadena BBC, un 93 por ciento de los puestos será decidido por el mérito de los participantes en las oposiciones.

Los descendientes de los combatientes ven como el porcentaje reservado para ellos bajará desde un 30 por ciento al 5 por ciento.

Otro 1 por ciento quedará reservado para las minorías y el 1 por ciento restante irán destinado a discapacitados e igualdad de género.

El Gobierno, no obstante, se reserva el derecho de cambiar estos porcentajes, previa notificación al tribunal.