Corea del Norte ha celebrado esta semana los 76 años de su fundación, y su líder, Kim Jong-un, ha trasladado a sus compatriotas que es deber de su "amada" nación estar en "posesión de una poderosa fuerza militar" para luchar contra Estados Unidos y sus aliados, perfeccionando por completo el derecho del Estado a la seguridad a través de la fuerza nuclear. Sólo en 2024, Pionyang ha lanzado 37 misiles balísticos.
El pasado martes, a diferencia de otros años en los que se celebra el aniversario del país, los medios estatales no han mostrado imágenes ni mencionaron ningún desfile. En su lugar, se publicaron imágenes de Kim Jong-un observando un nuevo lanzador móvil para mejorar sus capacidades de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y un lanzador erector transportador (TEL) de 12 ejes. De momento es el más grande que la comunidad internacional conoce tengan los norcoreanos para atacar el territorio continental de Estados Unidos.
El general de división estadounidense Patrick S. Ryder dijo en una sesión informativa en el Pentágono que "no es raro que Pionyang utilice los informes y las imágenes de los medios para intentar anunciarlo" al mundo. Además, Seúl prevé que haga nuevas pruebas de armas provocadoras antes de las elecciones presidenciales estadounidenses como medio de aumentar su influencia en futuras negociaciones diplomáticas con Washington.
La mayor parte de los analistas creen probable que Pionyang posea misiles capaces de alcanzar objetivos importantes tanto en Japón como en Corea del Sur, pero no en Estados Unidos.
Para ello, Corea del Norte tendría que superar ciertas dificultades tecnológicas y adquirir misiles nucleares de largo alcance. Ryder explicó que el objetivo de Estados Unidos es trabajar con sus aliados regionales, entre ellos Corea del Sur y Japón, para preservar la seguridad y la estabilidad regionales y disuadir un posible ataque. En agosto, Alemania se convirtió en el país más reciente en unirse al bloque regional liderado por Washington. El bloque está comprometido a defender a Corea del Sur si la guerra estalla y a ayudar a la policía a fortificar en gran medida la parte norte del país.
Las hostiles amenazas nucleares de Kim Jong-un en nombre de la "autodefensa" se originan después de la ampliamente protestada firma en julio de una nueva norma de defensa entre Washington y Seúl —que integra armamento estadounidense y armas convencionales surcoreanas para limitar las amenazas nucleares de Corea del Norte—, y de los recientes ejercicios de simulacro entre ambas naciones en Corea del Sur.
El Departamento de Estado advirtió de que "cualquier ataque nuclear de la República Popular Democrática Coreana contra Estados Unidos o sus aliados es inaceptable y supondrá el fin del régimen". Y conviene recordar que Corea del Norte pretende cambiar su constitución, según Korean Times, para redefinir a Corea del Sur como el primer Estado hostil.
El recién nombrado ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, afirmó el miércoles, al hablar de los vínculos de Rusia con el hermético vecino, que Pionyang sigue mejorando sus capacidades nucleares y de misiles. Desde 2006, el Council on Foreign Relations explica que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó casi una docena de resoluciones sancionando a Corea del Norte por desarrollar armas nucleares y actividades relacionadas. No obstante, el país continuó y en 2013 fue testigo de su tercera prueba nuclear, por lo que se volvieron más duras.
Estados Unidos y otros países también han impuesto medidas unilaterales. Por ejemplo, algunas incluyeron en 2017 la prohibición de ciertos tipos de ayuda estadounidense a gobiernos extranjeros. Esto, entre otras razones, llevó a Kim Jong-un a reunirse tres veces en 2018 y 2019 con el entonces presidente Donald Trump para negociar un acuerdo de desnuclearización, que estuvo a punto de firmarse.
Kim ya había previsto la "construcción de sus fuerzas armadas nucleares con un aumento exponencial del número de armas nucleares", en 2022, cuando el programa de armas nucleares aumentó significativamente. Consecuentemente Australia, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea ampliaron sus sanciones contra Corea del Norte. La respuesta del líder fue que nunca renunciará a sus "armas nucleares" ni habrá ninguna negociación de desnuclearización por su parte.