La coalición gobernante de Japón, formada por el Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Shigeru Ishiba y la fuerza budista Komeito, perdió su mayoría parlamentaria en las elecciones nacionales del domingo, lo que aumenta la incertidumbre sobre la composición del próximo gobierno y las perspectivas para la cuarta economía más grande del mundo. "Estas elecciones han sido muy difíciles para nosotros", dijo Ishiba a TV Tokio.
El partido conservador sufrió un duro castigo en las urnas por la sucesión de escándalos en los que se ha visto envuelto en los últimos años, el más reciente de ellos una serie de casos de financiación irregular de sus parlamentarios que derivó en la dimisión el mes pasado del anterior primer ministro, Fumio Kishida.
El gran ganador de la noche, el principal partido de oposición, el Partido Democrático Constitucional de Japón (CDPJ), consiguiendo 143 escaños, frente a los 98 anteriores.
El PLD, que ha gobernado Japón durante casi toda su historia de posguerra, y su socio de coalición menor Komeito obtuvieron 209 escaños en la cámara baja del parlamento. Esta cifra supone una reducción respecto de los 279 escaños que tenían anteriormente y el peor resultado electoral de la coalición desde que perdió brevemente el poder en 2009.
El resultado puede obligar a los partidos a aceptar acuerdos conflictivos para compartir el poder para gobernar, lo que podría generar inestabilidad política mientras el país enfrenta vientos económicos adversos y una tensa situación de seguridad en el este de Asia.
Un "juicio severo" para el PLD
Ishiba se impuso en las primarias de su partido e hizo campaña para estas generales con el lema de "respetar las reglas" y de impulsar los principios de honestidad y transparencia, pero este mensaje no parece haber convencido a los votantes.
El PLD "no ha podido ganarse la confianza" de los ciudadanos y "ha sido juzgado con severidad", dijo hoy el actual primer ministro al conocer las proyecciones que dibujaban un panorama sombrío para su formación.
Ishiba, quien había dicho que consideraría una victoria electoral retener la mayoría de la actual coalición, no quiso descartar la opción de buscar otros socios más allá de su tradicional aliado, el Komeito, para tratar de formar Gobierno.
Pero esta opción parece complicada debido a la negativa a cualquier alianza que ya han manifestado potenciales socios como el también conservador Partido de la Innovación, cuarta fuerza parlamentaria, y el centrista Partido Democrático Popular (PDP), que va camino de triplicar su representación.