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El ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-Hyun, ha pedido disculpas por la imposición de la ley marcial y ha admitido sentir "plena responsabilidad" por lo ocurrido lamentando "haber causado confusión y preocupación" en la ciudadanía. 

Además ha presentado su dimisión, que ya ha comunicado al presidente del país Yoon Suk-yeol, que deberá decidir en las próximas horas si la acepta.

En un comunicado Kim Yong-Hyun se muestra dispuesto a "asumir la responsabilidad por todos los asuntos relacionados con la ley marcial". "Todos los soldados que cumplieron con sus deberes relacionados con la ley marcial siguieron las instrucciones del Ministerio. Toda la responsabilidad recae sobre mí", afirma. 

Kim Yong-Hyun habría sido uno de los altos cargos de Defensa que sugirió a Yoon recurrir a la ley marcial para hacer frente a la compleja situación política que afrontaba su Gobierno en minoría.

Vídeo | Crónica visual de una ley marcial de 6 horas que desató un terremoto político en Corea del Sur Edición de vídeo: Jose Verdugo

Esta decisión del ministro de Defensa llega en mitad de una creciente presión política y social contra presidente surcoreano que ha aumentado con la presentación de una moción parlamentaria por parte de la oposición para su destitución. 

Yoon Suk-yeol impuso este martes la ley marcial para proteger el "orden constitucional" de actividades "antiestatales", de las que acusó al Partido Demócrata -principal fuerza opositora- como "fuerza pronorcoreana" sin pruebas de ninguna clase. Apenas seis horas más tarde la revocó después de que el Parlamento votase en contra de una medida anunciada por sorpresa por él mismo en la televisión estatal.

Ley marcial

La activación de la ley marcial provocó el caos y la incertidumbre en la cuarta potencia económica de Asia y unas de las democracias más consolidadas del mundo.

La medida llevó a un apagón informativo, al cese de la actividad política y a la prohibición de cualquier manifestación, entre otras restricciones, sin otro argumento que frenar una supuesta conspiración "antiestatal" alineada con los intereses norcoreanos.

Yoon amenazó, incluso, con represalias durísimas juzgadas por un tribunal especial para quienes desobedecieran a pesar de que no contaba con el apoyo de una Asamblea Nacional donde la oposición tiene una mayoría más que suficiente para tumbar sus pretensiones. 

Hay que destacar que todo esto ocurrió en mitad de un ambiente político muy polarizado y con una Asamblea que está controlada por un partido distinto al que preside Corea del Sur. A esto se suma la enorme impopularidad de Yoon Suk-yeol entre los ciudadanos -un 70% desaprueba su gestión- y las sospechas de tráfico de influencias sobre su mujer.

Moción contra Yoon Suk-yeol

Como respuesta a esta imposición de la ley marcial durante seis horas, seis partidos opositores de Corea del Sur, encabezados por el Partido Demócrata, presentaron este  miércoles una moción para destituir a Yoon Suk-Yeol.

Esta oposición planea que sea llevada al pleno este jueves y su votación sea el viernes o el sábado, ya que la ley contempla que tenga que se votada entre 24 y 72 horas después de ser planteada.

En este sentido, Shin Chang Sik, del opositor Partido Reconstruyendo Corea, ha manifestado que por ahora no hay una decisión sobre si llevar a cabo la votación "de inmediato" o en el citado plazo de 72 horas, ante las dudas sobre que pueda ser aprobada por los parlamentarios.

La moción para destituir a Yoon necesitará una mayoría de dos tercios en el Parlamento, por lo que la oposición necesitará los apoyos de al menos ocho diputados del PPP si quiere tener éxito, sin que el partido, que gobierna en minoría tras su aplastante derrota en las legislativas de abril.