Serbia y Kosovo vivieron este fin de semana momentos de alta tensión por el intento serbio de enviar un tren de pasajeros desde Belgrado a la ciudad serbo-kosovar de Mitrovica, a lo que Pristina reaccionó con el envío de unidades de su policía especial.
El presidente serbio, Tomislav Nikolic, afirmó este domingo en Belgrado que las partes estuvieron "al borde de un conflicto", del que acusó a Pristina por impedir el paso del tren.
Nikolic acusó a las autoridades kosovares de intentar "causar un conflicto" con Serbia al enviar a la policía especial al norte de Kosovo para impedir la entrada del tren el sábado por la tarde.
El tren, decorado con colores de la bandera serbia, los nombres de los monasterios ortodoxos serbios y con la inscripción "Kosovo es serbio", partió el sábado de Belgrado en dirección Mitrovica.
Fue el primer tren de pasajeros que salió de Belgrado hacia Mitrovica, el principal centro urbano serbio-kosovar, desde el final de la guerra de Kosovo en 1999.
La policía especial de Kosovo acudió al paso fronterizo de Jarinje con vehículos blindados al considerar un eventual paso del tren como una violación de su soberanía e inaceptables las inscripciones nacionalistas del tren.
Pero ante la posible escalada de la tensión, el Gobierno serbio ordenó detener el tren antes de llegar a la frontera.
"La comparecencia de la ROSU (la policía especial kosovar) fue una señal de que los albaneses querían guerra", señaló hoy Nikolic.
Al mismo tiempo, aseguró que Serbia podría enviar su ejército a Kosovo "si es necesario para proteger a los serbios de potenciales asesinatos" en la antigua provincia serbia.
"Los buenos vecinos no estorban los unos a los otros"
Por su parte, el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, expresó su esperanza de los serbios "hayan aprendido la lección" de lo que calificó como una "provocación".
"Los buenos vecinos no estorban los unos a los otros con actos extremistas, sino que hablan", señaló el presidente kosovar, un exlíder guerrillero, en sus cuentas en las redes sociales.
Serbia no reconoce la independencia proclamada en 2008 por Kosovo, que considera como la cuna de la nación serbia, pero que hoy está habitada por una gran mayoría de albaneses étnicos.
Más de cien países, entre ellos Estados Unidos y la gran mayoría de países de la Unión Europea (UE), si reconocen la soberanía de Kosovo, aunque no otras potencias como Rusia, China, India o España.
En un intento de normalizar sus relaciones, Serbia y Kosovo mantienen desde hace años un complicado diálogo bajo amparo la UE.
Nikolic aseguró este domingo que Pristina violó la libertad de movimientos como un elemento básico de los acuerdos alcanzados, y criticó a la UE, que tiene en Kosovo su misión civil, y la OTAN, presente con la misión KFOR, por no haber protegido ese derecho.
El incidente del tren sucede pocos días después de la detención temporal en Francia del exprimer ministro kosovar Ramush Haradinaj, buscado por la Justicia serbia por supuestos crímenes de guerra.