La Policía Judicial francesa convocó a la líder ultraderechista Marine Le Pen para que respondiera a las preguntas de los investigadores el miércoles 22 de febrero a las 14:00 horas en la comisaría de Nanterre, pero se negó, desvela este viernes Le Monde. En esa misma localidad a las afueras de París se encuentra la sede del partido de Le Pen, que esta semana fue registrada por segunda vez en el caso de los supuestos empleos ficticios dentro del Frente Nacional.
La Policía Judicial sí interrogó ese mismo día al que se considera guardaespaldas de Marine Le Pen, Thierry Légier, y a su jefa de gabinete, Catherine Griset, que recibieron salarios con fondos del Parlamento Europeo (PE) por ser supuestamente asistentes parlamentarios en esa cámara. Sin embargo, la Eurocámara reclama 342.000 euros a Le Pen, porque su oficina antifraude sostiene que Légier, Griset y otros miembros del Frente Nacional percibían sueldos europeos para seguir desempeñando funciones a nivel doméstico que nada tenían que ver con su supuesto cometido como asistentes en el PE.
Le Pen, candidata a las elecciones presidenciales de esta primavera, respondió por correo electrónico a la convocatoria de los investigadores que no tiene intención de acudir a ninguna citación policial hasta que hayan pasado las elecciones legislativas de junio, después de las presidenciales, detalla Le Monde. El abogado de la líder eurófoba ha confirmado a la cadena BFM TV que su cliente rehusó comparecer ante la Policía este miércoles.
El miércoles la política dijo en declaraciones a la televisión TF1 que "la justicia no es un poder, es una autoridad". Y añadió: "No debe venir a perturbar, para una investigación que podría desarrollarse más tarde, que podría haberse desarrollado antes de la campaña presidencial, porque es un momento democrático importante". Así insistió en su teoría de que la investigación judicial es una campaña política contra ella, que lidera los sondeos sobre los resultados de la primera vuelta en las presidenciales francesas.
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